Todas las semanas se emite por el canal de YouTube de Conclusión un ciclo que buscará acercar la realidad, para poder interpelarla profundamente. Es por ello que Catalejo, a lo largo de treinta minutos, abordará diversos temas ligados a la actualidad, cultura, salud, política, opinión e investigación, tratando de amplificar en todos los casos, un imprescindible debate.

En este capítulo, Gisela Gentile y Alejandro Maidana dialogaron con el médico y docente Damián Verzeñassi con la intención de generar un intercambio imprescindible sobre los profundos impactos socioambientales del modelo de producción actual. Treinta años de extractivismo que solo han servido para profundizar la pobreza y acorralar de sobremanera la salud de los territorios y por ende la vida en todas sus ramificaciones.

El modelo de producción extractivista sigue su curso desenfrenado dejando a su paso pobreza y un demoledor pasivo ambiental. El agronegocio y su paquete tecnológico ecocida, continúa atentando contra la biodiversidad, concentrando riquezas en muy pocas manos y colaborando de sobremanera al cambio climático.

Los territorios enfermos siguen gritando su dolor, el tiempo ha dejado entre otras cosas, algo muy en claro, quienes moran en los pueblos fumigados tienen más probabilidades de enfermar y morir de cáncer que quienes habitan en otras regiones del país ¿Qué respuesta brindan los gobiernos? ¿Otro modelo de producción es posible? ¿Cuánto tiempo nos queda?

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La idea de que siempre se puede estar peor es una máxima que parece repetirse a lo largo de nuestra historia. Pensábamos que después de arrasar los territorios con el extractivismo durante 30 años, no había nada mas por hacer, pero dijeron no se preocupen, ahora vamos por el litio, las petroleras offshore y las arenas para el fracking. Claramente esta situación debería llamar a la reflexión a quienes toman decisiones, de quienes definen las agendas políticas y de la comunidad en general, ya que 30 años atrás nos dijeron el mundo tiene hambre y Argentina se encuentra en una crisis económica, para salir de esto de eventos transgénicos y agrotóxicos, es decir, el paquete tecnológico, indicó Damián Verzeñassi.

La promesa era que a través de la siembra directa íbamos a poder cuidar los suelos, alimentar al pueblo, eliminar el hambre de nuestro país y el mundo, para dar el salto al primer mundo. “Han transcurrido 30 años desde aquel momento, en donde nunca se interrumpió ese modelo de transgénicos y venenos, por ello debemos hacernos una serie de preguntas necesarias ¿Qué nivel de pobreza había en aquel entonces y cual es el de la actualidad? ¿Cuáles eran los volúmenes de desnutrición en aquel tiempo y cual es el actual?  ¿Cuál era el contexto de la salud ambiental de los territorios 30 años atrás y cual es el actual? Eso debemos preguntarnos para poder comprender la problemática que nos atraviesa”

Sobre los dichos de la ministra de salud Sonia Martorano en torno al dengue, Damián Verzeñassi sostuvo que “tiene toda la razón la ministra cuando habla que el avance del dengue en nuestra zona se debe al cambio climático, no hay dudas que este es un resultante de la crisis climática que hay en el planeta. Debemos reconocer que se trata de unos pocos anuncios que uno saluda por parte de las autoridades sanitarias, el problema es que no se dice en la práctica quienes son los responsables. Echarle la culpa del dengue al mosquito, es una barbarie especista, porque el mosquito no puede defenderse, ya que, si hoy tenemos Aedes aegypti en zonas urbanas, es porque cambió el clima. El principal responsable de la crisis climática mundial es el modelo agroindustrial global que es uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero”.