Todas las semanas se emite por Conclusión un ciclo que buscará acercar la realidad, para poder intepelarla profundamente. Es por ello que Catalejo a lo largo de treinta minutos, abordará diversos temas ligados a la actualidad, cultura, salud, política, opinión e investigación, tratando de amplificar en todos los casos, un imprescindible debate.
En esta oportunidad Gisela Gentile y Alejandro Maidana dialogaron con Mauricio Cornaglia, integrante de la Multisectorial Paren de Fumigarnos y miembro organizador de la Marcha Plurinacional de los Barbijos de la ciudad de Rosario. La agenda del evento, las distintas etapas y las consignas fundamentales como ejes de un intercambio que buscó interpelar profundamente la médula extractivista de un país expoliado en todas sus formas.
La matriz extractivista se profundiza al ritmo de la agenda del FMI y al calor de una desigualdad social ascendente. Mientras que la palabra crecimiento se repite como eslogan de campaña, el desarrollo sustentable sigue siendo una dulce utopía, mientras que la espinosa realidad de los pueblos sacrificables grita su dolor en la más absoluta soledad. Sin justicia ambiental, no puede existir justicia social, ya que los primeros en pagar los platos rotos de las actividades extractivas, son los pobres.
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“La Marcha Plurinacional de los Barbijos nació en el último plenario provincial de la Multisectorial Paren de Fumigarnos, en donde nos dijimos mientras no articulemos con las otras organizaciones del país, va a resultar muy difícil torcerle el brazo a esta realidad. Así fue como convocamos a organizaciones de todo el país que se encuentren luchando contra cualquier forma de extractivismo y contaminación que ponga en riesgo la salud de la población y los territorios, así fue como giramos invitaciones a cada punto cardinal. Hoy son muchas las asambleas, los partidos políticos y sindicatos que participan de una movilización que pelea por los derechos de todos”, sostuvo Mauricio Cornaglia.
Bajo la consigna: ¡La salud no se negocia! La Marcha Plurinacional de los barbijos vuelve a manifestarse contra un sistema de devastación, enfermedad y muerte, que es adoptado, profundizado y legitimado tanto por el gobierno nacional, como por los gobiernos provinciales y municipales. De esta manera se vulneran los derechos de la naturaleza y violan sistemáticamente los derechos humanos, esta movilización se lleva adelante por la vida, contra el saqueo y la contaminación.
