Todas las semanas se emite por el canal de Youtube de Conclusión un ciclo que buscará acercar la realidad, para poder interpelarla profundamente. Es por ello que Catalejo, a lo largo de treinta minutos, abordará diversos temas ligados a la actualidad, cultura, salud, política, opinión e investigación, tratando de amplificar en todos los casos, un imprescindible debate.
En este capítulo, Gisela Gentile y Alejandro Maidana dialogaron con Luciano Vigoni, director del Nueva Oportunidad e integrante de la mesa nacional del Partido Socialista para debatir sobre la preocupante realidad social que atraviesa las juventudes de nuestra ciudad. Un intercambio necesario que buscó problematizar sobre la falta de proyectos a largo plazo que puedan garantizar un cambio de paradigma en materia de políticas públicas.
Mientras que los índices de violencia letal siguen creciendo al igual que la pobreza y exclusión, la política tradicional sigue sumida en debates estériles que lejos están de contribuir en la construcción de un nuevo paradigma social. Sin intención manifiesta de comprender el dolor e incertidumbre de las mayorías, la clase política sigue empecinada en no reconocer sus privilegios para no permitirse un imprescindible baño de realidad.
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“El grado de complejidad es cada vez mayor, me parece que tanto la pandemia como la guerra nos han demostrado que no solo vivimos en un escenario global y que el impacto no es solo nacional, sino comunitario. Ante ese escenario este estado que tiene más que ver con la sociedad industrial, en el control y la vigilancia, tiene poco y nada que ver con la realidad que transitamos. Tenemos territorialmente una enorme desigualdad, tenemos a una Rosario ciudad puerto con enormes edificios y con un ingreso que le permite a un sector de la sociedad viajar al exterior, y a otro que encuentra el fin de su vida y el fin de su familia. Es necesario repensar una política pública quer vaya al corazón de la problemática que, tanto para mí como para muchos, tiene que ver con la producción de sentido colectivo, eso que el mercado se encargó de ocupar en todas las esferas”, indicó Luciano Vigoni.
Las políticas públicas que desembarcan en los barrios populares a través de distintos programas sociales, parecen ser solo un paliativo ante la monstruosidad de un presente que amenaza con complejizarse. El trabajo territorial enfrenta una encrucijada sin precedentes, se construye una nueva sociedad que crezca desde el pie, o el futuro de las y los jóvenes seguirá siendo una verdadera quimera.
“Necesitamos alojar el sufrimiento, lo que genera esta sociedad individual es una enorme dificultad para transitar la vida con otro. Pensamos que los que nos pasa nos pasa a nosotros solos, es necesario transitar la pobreza y la angustia colectivamente, y a partir de los vínculos humanos transformar nuestras vidas. Debemos generar una estrategia que contemple tres dimensiones, con lo cotidiano y no con una presencia de vez en cuando, con lo grupal y el acompañamiento. La presencia de otro, con una actividad independientemente cual fuera, permite el vínculo, la charla, el transitar la cotidianeidad con otros”, sostuvo el director del Nueva Oportunidad.
