Todas las semanas se emite por el canal de Youtube de Conclusión un ciclo que buscará acercar la realidad, para poder interpelarla profundamente. Es por ello que Catalejo, a lo largo de treinta minutos, abordará diversos temas ligados a la actualidad, cultura, salud, política, opinión e investigación, tratando de amplificar en todos los casos, un imprescindible debate.

En este capítulo Ariel D´Orazio y Nire Roldán, quienes vienen bregando hace muchos años por el derecho al acceso a una vivienda digna, brindaron detalles sobre el opulento desarrollo inmobiliario que en muchas oportunidades se sustenta de dinero mal habido. La necesidad de construir y pensar una ciudad habitable que no responda a la agenda de los especuladores como eje de un intercambio necesario.

El acceso a una vivienda digna sigue siendo una materia no resulta para una gran parte de la población que no encuentra respuestas a una situación apremiante. En medio de una crisis económica, ¿Quién brega por los derechos de los inquilinos? ¿la vivienda se considera un negocio o un derecho? En Catalejo respondemos a estas recurrentes preguntas que emergen desde la médula de quiénes emparentan al alquiler, con un karma imposible de erradicar.

Con respecto a la actual ley de alquileres que generó tanta controversia y puntos de desencuentros, Ariel D´Orazio indicó que “lo que se debe hacer en lo inmediato es erradicar el impuesto al sello, algo que la provincia cobra, pero que además de cobrar cobra actualización cuando el monto se actualiza, es ahí cuando aquellos vivos que están detrás del mostrador dicen nosotros también vamos a actualizar la comisión inmobiliaria. Aquí podemos marcar una acción al menos irresponsable por parte del estado al no tener reglas claras a la hora de cuidarles el bolsillo a las personas que alquilan”.

Ante un abominable escenario que se consolida, la necesidad de avanzar hacia otro paradigma habitacional, encuentra en el proyecto de crear un registro provincial de la vivienda ociosa, un ariete importante. La lucha por ponerle fin a un fenómeno que se replica en todas las ciudades del país y está ligado principalmente con la especulación inmobiliaria, debe fortalecerse y es imprescindible que sea el propio estado quien imponga las nuevas reglas buscando equipar la clarísima diferencia en torno a la correlación de fuerzas.

La falsedad en los datos que impulsan los sectores más concentrados del país, colabora en tornar aún más espinoso el sendero de la investigación y las disputas. “No utilizamos las herramientas del estado para poder saber con precisión, primero cuantos son los inmuebles ociosos, cuantos contratos de alquiler hay en Argentina y los datos ciertos de la inflación vinculados a los alquileres, porque una cosa es medir los alquileres y el precio, en definitiva, el valor concreto del canon locativo, y otra cosa muy distinta es como se celebran los contratos de alquiler. Por ello necesitamos imperiosamente un registro de alquileres y de vivienda ociosa en todo el país.