La «Carpa Negra» de los jardines particulares volvió a instalarse este jueves en la plaza San Martín para reiterar los reclamos para el sector. La caravana se inició en el Monumento a la Bandera y finalizó frente a la sede local de Gobernación con la consigna rescate económico para los jardines maternales. Piden que se apruebe la ley del diputado Joaquín Blanco, que fue aprobada por unanimidad en Diputados y hoy será tratada en el Senado provincial.

Entre los pedidos se destacan la necesidad de que el Estado multiplique la cantidad de subsidios que actualmente reciben las instituciones y la exigencia del pago de los salarios del personal mientras la actividad siga prohibida por la pandemia. Piden responsabilidad a los senadores para tratar una ley tan sensible.  La norma tiene por objetivo salvaguardar a los jardines maternales y de infantes de la provincia, ante la profunda crisis que atraviesan con motivo de la paralización de sus actividades desde marzo, en el marco de las medidas tomadas por la pandemia.

La iniciativa legislativa propone que se destinen 150 millones de pesos para asistir a las instituciones que se postulen y que podrán recibir hasta 400 mil pesos no reintegrables, con el compromiso de destinar becas y medias becas, durante el 2021, para niñas y niños derivados por el Gobierno Provincial.

En diálogo con Conclusión, Mayra Williams, presidenta de la asociación de jardines particulares de Rosario expresó que «la idea es apoyar esta ley que ya salió aprobada hace rato en Diputados por unanimidad. Un proyecto del diputado Blanco y hoy tendría que tratarla el Senado, por eso pedimos a los senadores que dejen de lado las cuestiones políticas y que realmente puedan hacer caso a esta ley que fue armada con mucha delicadeza y con mucho interés por la realidad de los jardines. Realmente una ley que necesitamos porque los jardines únicamente con el subsidio que estamos teniendo de la provincia, no tenemos manera de subsistir. Queremos que se complemente con esto y aparte esta ley también sería un apoyo desde lo social, porque es una ley donde ellos nos darían un dinero que nosotros de algún modo distribuiremos con becas y lo social también se redistribuirá a partir del año 2022 donde suponemos que estaremos más armados, los jardines nuevamente es otra forma de colaborar con lo social y con nuestra sociedad que de alguna forma nos está apoyando siempre.»,

Respecto a cuáles son los puntos más destacados de esta ley y los beneficios, Williams explicó que «la ley lo que pide es que estemos dentro del sector educativo, que se nos otorgue un subsidio y una parte de subsidio sea devuelto por becas y que al mismo tiempo el Estado esté acompañando la parte educativa de los jardines. Es un poco la falencia más grande que tenemos hoy por no haber sido incluidos antes en Educación, lucha que sostenemos desde el año 2009 con la intención de que seamos incorporados a Educación y que el Estado se haga cargo de los salarios docentes como hace con las escuelas».

Es sabido que el contexto de la pandemia desarticuló todas las estructuras, lo cual derivó que «en Rosario y Santa Fe la verdad que hoy por hoy no podemos abrir los jardines con la pandemia. Los casos van aflorando día a día y tenemos mucha responsabilidad sobre los niños y las familias. Entonces entendemos que no es momento de abrir, pero si no quieren que desaparezcamos es momento de que realmente el Estado nos ayude como se debe. Nosotros pedimos que el subsidio de la provincia aumentara al 400 por ciento y hoy nos comentaron que va aumentar un 40, nosotros entendemos el esfuerzo que hace la provincia, y lo agradecemos, pero no es suficiente, no podemos de otra manera subsistir. Somos la educación de la primera infancia, somos el único espacio que tienen estos niños para ir porque el estado no provee otros espacios. Entonces es el momento de que el Estado, que estuvo tan ausente con nosotros tanto tiempo y lo pudimos resolver de algún modo, ya no tenemos manera de resolverlo y necesitamos que el Estado esté de nuestro lado», manifestó la presidenta de la organización.

Con este estado de situación, «son 4 los jardines que cerraron en Rosario y 19 en la provincia de Santa Fe. El tema es que el riesgo de que cerremos lo tenemos prácticamente todos. De los 190 que hoy represento fácilmente 120 están en riesgo de cierre, realmente no tenemos más espalda, no tenemos más fuerza emocional tampoco, es muy difícil afrontar el no poder salir y seguir adelante con el proyecto de vida, en cuanto a lo laboral que tanto costó tener y llevar adelante. No poder seguir haciendo lo que uno sabe, tener que reinventarse porque muchísimos son los jardines que están vendiendo distintas cosas, algunas por la necesidad puntual de tener que salir adelante y otros por la cuestión mental de que necesitamos hacer algo, somos todas personas que estamos en actividad permanente y hoy tener que estar totalmente parado es muy difícil. Entonces necesitamos que nos entiendan, es una realidad muy triste. Tratamos de seguir en vínculo con nuestros alumnos pero es muy difícil seguir con niños de 0 a 4 años por las redes, algunos no tienen conectividad algunos sectores no tienen, algunas familias están muy cansadas entonces también están dejando a los niños donde pueden y cómo pueden. Llegan a casa y no es grato conectarse a una clase o no les es posible. Estamos cada vez con menos acompañamiento de los padres y los niños están a la deriva porque son los que más vínculo necesitan, no los estamos pudiendo atender, ni nosotros, ni las familias como se debería. Pedimos que se piense realmente en esa primera infancia. Entendemos que no es momento de abrir, no somos inconscientes, siempre fuimos muy prudentes pero sí que se tenga en cuenta que cuando se pueda, más adelante se haga algún acercamiento con los niños de jardín aunque no sea el típico y a diario como siempre pero que se pueda y que la cuestión económica esté cubierta para que también estemos más tranquilas y podamos crear y pensar en función de eso, que nos dé tranquilidad mental para poder seguir viendo como reinventamos lo que hacemos». concluyó.