Este domingo 13 de junio se celebra el Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Piel y, en este marco, profesionales médicos advirtieron la necesidad de continuar con los controles ya que “la pandemia perjudicó notablemente el diagnóstico y tratamiento de los tumores primarios”.

El cáncer de piel es una enfermedad que afecta a unos 130.000 argentinos cada año pero que tratada a tiempo tiene un índice de sobrevida del 99% en algunos casos, según advirtieron especialistas.

El cirujano plástico y Subjefe de la Unidad de Oncología Cutánea del Instituto Alexander Fleming, Dardo Etchichury, destacó que “hemos visto tumores más avanzados que lo habitual, sobre todo en los adultos mayores que fueron quienes estuvieron más tiempo bajo aislamiento”.

En este aspecto precisó que en “aquellos pacientes que ya habían sido tratados y se encontraban bajo seguimiento, la conectividad permitió algún tipo de contacto y eventual intervención”.

Por su parte, la dermatóloga de la Unidad de Oncología Cutánea del Fleming, Carolina Spinelli, explicó que “es el dermatólogo quien lo detecta mediante la inspección y realización de dermatoscopia manual, la cual nos permite observar estructuras de la piel imperceptibles al ojo humano”.

Etchichury explicó que los tumores de piel no melanoma más frecuentes son el carcinoma basocelular y el espinocelular.

Dependiendo del grado de invasión, “los tratamientos oscilan desde métodos de destrucción local a técnicas quirúrgicas más complejas como la cirugía de Mohs, que alcanza tasas de curación del 99%”.

La dermatóloga explicó que algunas personas tienen un mayor riesgo de melanoma que otras. Por ejemplo los pacientes con antecedentes familiares que han tenido melanoma o si han tenido ciertos lunares anormales en el pasado. Y añadió que “entre las familias predispuestas al melanoma debido a mutaciones genéticas, la incidencia es 21 veces mayor, presumiblemente debido a una interacción entre el aumento de la exposición al sol y la mutación genética predisponente”.

Además, indicó que las terapias dirigidas, que tienen indicación en carcinoma de células basales y melanoma, “también tienen tasas de respuestas entre 40% y 70%, aunque en el caso de melanoma, se individualiza su indicación considerando las características biológicas del tumor”.

La especialista señaló que pese a las novedades y al desarrollo terapéutico reciente, “las prácticas preventivas resultan claves ya que las oportunidades aumentan en los casos con detección más temprana”.

Síntomas para prestar atención

En relación a los síntomas del cáncer de piel, Spinelli explicó que “la manera de detectar en forma temprana esta enfermedad es concurriendo al dermatólogo para un control general”. Sin embargo, el autoexamen periódico también es una herramienta que colabora con la detección precoz.

“Un diagnóstico temprano, con un tratamiento adecuado, permite la cura en la mayoría de los casos”, indicó la Jefa del servicio de dermatología del IAF, Marcela Moreno.

Durante la infancia los controles dermatológicos los debe realizar el pediatra, quien considerará si es necesario la derivación a un dermatopediatra, teniendo en cuenta tipo de piel, lesiones que presente y antecedentes.

A partir de los 16 años se podrían comenzar a realizar controles con el dermatólogo, quien examinará la piel en general, y brindará consejos sobre hábitos saludables en cuanto a prevención del cáncer de piel.

En el caso de los melanomas, los signos a tener en cuenta son los denominados ABCDE: Asimetría (una mitad del lunar es diferente a la otra), Bordes irregulares, Color (cambio o múltiples), Diámetro mayor a 5 mm, y la Evolución o elevación del lunar.

También se debe prestar atención a la aparición repentina de un lunar. Si el paciente realiza los controles periódicos de sus lunares, el dermatólogo puede detectarlo mucho antes que estos criterios estén presentes

Guía práctica de cuidados

Para proteger la piel de los efectos nocivos del sol, es importante que la fotoeducación ocurra desde edades muy tempranas. Para llevarla adelante, estas premisas son obligatorias:

• Mantener a los recién nacidos alejados del sol
• Usar sombrero de ala ancha
• Anteojos con filtro UV
• Ropa clara, con manga o con filtros solares
• Usar fotoprotector con un factor mayor a 30 de calidad reconocida, que bloquee las radiaciones UVA y UVB, con amplio espectro. La aplicación deberá ser 30 minutos antes de la exposición y renovarlo cada 2 horas. Su uso en niños es a partir de los 6 meses de edad
• Evitar exposición solar de 10 a 16 horas en primavera-verano
• Evitar las quemaduras solares
• Evitar al uso de camas y pantallas de bronceado