La digitalización, las demandas de las nuevas generaciones, la globalización y la crisis mundial sanitaria, económica y social que produjo la pandemia del Covid-19 son algunos de los factores que cambian el mercado laboral, según un informe de ManpowerGroup Argentina.

Las principales tendencias que caracterizaron a 2021 en el ámbito laboral y que transformarán el futuro del trabajo se agrupan en cuatro pilares: los cambios demográficos, la elección individual, la revolución tecnológica y la sofisticación de los clientes.

«Nos encontramos frente a un cambio de paradigma en el mercado laboral que requiere que las compañías transformen sus equipos, asegurándose de que tengan las habilidades necesarias para adaptarse a esta nueva normalidad», aseguró Luis Guastini, director general de ManpowerGroup Argentina.

 

Nuevas formas de trabajo

La transformación del empleo genera que se agrave la escasez de habilidades, influida por los cambios demográficos a raíz de la pandemia.

La demanda de competencias técnicas y humanas continuará creciendo, mientras que ciertos perfiles pasarán a ser menos requeridos.

Por lo tanto, las personas y organizaciones necesitarán más soluciones de re-aprendizaje (reskilling) y deberán implementarlas de forma rápida.

A su vez, se aceleró la brecha de género y la creciente polarización por el incremento de las tensiones socioeconómicas y la inequidad debido a la pandemia de Covid-19.

Este complejo panorama, sumado a la rápida expansión del trabajo remoto y de la implementación de esquemas laborales híbridos, exigirá a las compañías más transparencia y gestión en torno al capital humano, como así también entornos laborales diversos e inclusivos, claves para la recuperación y el desarrollo.

Además, existe un aumento de la elección individual: la nueva jerarquía de necesidades exige mayor autonomía y elección.

La preocupación por la salud, la seguridad en el empleo y la evolución del conocimiento, junto con la flexibilidad para lograr la mejor combinación y el equilibrio de las responsabilidades en el trabajo y en el hogar, serán compartidas tanto por las personas como por las organizaciones.

La revolución tecnológica acelera la coevolución humano-máquina y, según el World Economic Forum, en 2025 el tiempo empleado en las tareas actuales estará distribuido por igual entre personas y máquinas.

El nuevo orden global del trabajo presentará un aumento de las herramientas digitales disruptivas, una continua digitalización de la experiencia del cliente y una constante evolución en la formación y el desarrollo de los trabajadores a través de las plataformas de aprendizaje en línea.

La sofisticación de los clientes también marca tendencia: en una carrera por optimizar la combinación de la fuerza de trabajo y lograr una ventaja competitiva, las organizaciones buscarán soluciones internas, personalizadas y centradas en el consumidor.

A su vez, el foco en el análisis de los datos aumentará la demanda de evaluaciones y soluciones basadas en la Inteligencia Artificial, ayudando a las compañías a predecir el rendimiento y a las personas a conocer mejor su potencial.

Todos estos aspectos constituyen los nuevos desafíos que tienen las empresas y sus colaboradores en este escenario, en donde también deberán tener presente aquellas corrientes emergentes, como el aumento del uso de la tecnología aplicada a la salud y la educación y una mayor agilidad, flexibilidad y reconversión de habilidades.

«Teniendo en cuenta que la Inteligencia Artificial cambiará la naturaleza del trabajo, muchas empresas deberán reconvertirse en tecnológicas para poder competir y crear más valor», completó Guastini.