Por Jennifer Hartkopf

El cambio climático desde hace tiempo está en el ojo de la tormenta y no sólo argentinos, sino países de todo el mundo se preocupan por el tema. Buscan determinar políticas que ayuden a mejorar las condiciones climáticas del planeta y desarrollar mejoras a nivel mundial para contrarrestar y disminuir los efectos que perjudican y atentan contra el medio ambiente.

En ese contexto, Conclusión dialogó mano a mano con Rubén Piacentini, -director del Área Física de la Atmósfera, Radiación Solar y Astropartículas del Instituto de Física de Rosario, investigador del Conicet, director de la Maestría  Energía para el Desarrollo Sostenible de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la UNR, Jurado de Informes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático y científico de relieve internacional- sobre el cambio climático y sus efectos, sus consecuencias, sus posibles soluciones, los responsables y mucho más en este informe especial.

¿Qué significa el cambio climático, qué es?

“El cambio climático, como su nombre lo indica, es una modificación del clima. Entonces una condición clave que hay que entender es que el cambio existe; ese el primer argumento. Y el segundo, es que los responsables somos esencialmente nosotros, los humanos. Y eso es clave porque si nos convencemos que somos nosotros podemos actuar para reducirlo”.

“Solamente un 2 por ciento de la actividad solar, que se ha incrementado en los últimos siglos muy, muy poco y que en realidad en estas últimas décadas ha ido en decrecimiento, y sobre todo  un 98% debido a la actividad humana, son los factores que han modificado la temperatura de la atmósfera”.

¿Cuáles son los orígenes del cambio climático?

“Ha comenzado a manifestarse esencialmente a partir de la Revolución Industrial. Fue allí porqueesa época implicó una modificación de las condiciones de trabajo de las personas: en cierto momento se requirió más madera, después más petróleo y así siguiendo. Hasta que hacia 1.900, el cambio empezó rápidamente a manifestarse, porque antes era casi imperceptible”.

“Pero fue el siglo pasado el que determinó que haya habido un incremento de seis décimas en la temperatura promedio de toda la Tierra. Parece muy poco pero se dio muy rápido y no está preparado ni el ecosistema, ni los humanos para un cambio de este tipo. Es un cambio promedio, en algunos lugares pudo haber varios grados más y en otros menos, pero en promedio creció”.  “Lo más preocupante es que va a crecer más todavía, según los últimos análisis de los científicos”.

En principio mencionaba que un gran porcentaje de la responsabilidad del cambio climático recae en la actividad humana, ¿cuáles son las principales causas de eso? ¿Con qué actividades el hombre influye sobre esta modificación del clima?

“Son los famosos gases de efecto invernadero y ahora se han agregado también partículas atmosféricas. Los gases son: el más importante, el dióxido de carbono y se genera en gran medida a partir de los combustibles fósiles, petróleo, gas y carbón, entre otros. Ese gas contaminante queda por un tiempo muy largo, décadas en la atmósfera; retiene el calor que antes se iba fuera de la atmósfera y que mantenía una determinada temperatura, y como el calor no sale de la misma manera que lo hacía antes, sube la temperatura.

El segundo que más afecta es el metano, que es fundamentalmente debido a la fermentación por ejemplo, de los grandes basurales que desprenden metano o al ganado vacuno. Y luego vienen los óxidos nitrosos. Hay muchos otros, pero esos serían los más importantes, responsables del calentamiento global”.

¿Qué podemos hacer para mejorar la situación actual y cómo está la Argentina en general y Rosario en particular sobre el tema?

“Podemos hacer mucho,  a tal punto que hay estudios realizados por científicos que muestran lo que se denominan escenarios optimistas, intermedios y pesimistas. El escenario optimista es el que asume que ya vamos a comenzar a cambiar nuestra cultura energética. Si empezamos ahora, hacia fin de siglo aumentaría la temperatura un grado, mientras que en el siglo pasado aumentó 0.6 grados, o sea que sería un poco más. Eso es lo más optimista de todo que es prácticamente seguro que no se va a lograr porque habría que cambiar toda  la matriz energética en forma urgente”.

“Los pesimistas dicen que nos vamos a ir a cinco grados de aumento de temperatura a fin de siglo, lo cual es una catástrofe para la Tierra en cuanto a todo tipo de problemas. Si ya los hay ahora con 0.6 se imagina lo que sería con 5 grados… Y finalmente los intermedios, ni tanto ni tan poco. Pronostican entre dos a tres grados a fin de siglo”.

“Argentina, en bastante más de la mitad, depende del combustible fósil y eso claramente tendría que cambiar. Tenemos sol desde la Patagonia hasta El Norte; tenemos vientos en la Patagonia y en Los Andes; tenemos biocombustibles; tenemos muchas posibilidades para generar energía de otra manera, esa sería una posible solución”.

“Otra solución, que en realidad es todavía tecnológicamente más simple, por la cual debería comenzarse es el aumento de la eficiencia. Una vivienda  o edificio no se puede seguir construyendo como se construye en gran medida hoy en día, sin aislación térmica”.

“Aunque Rosario es la primera y única ciudad de la Argentina, hasta ahora, que ha establecido normas estrictas para construir nuevos edificios con aislación para que ni se sobrecarguen de calor en verano, ni pierdan el calor hacia el exterior en invierno. En ese sentido Rosario está muy bien porque ha comenzado, pero en Argentina prácticamente no se aplican a gran escala estas medidas”.

¿Qué pasa en los demás países? ¿Están más avanzados en el tema, implementan medidas para reducir el cambio climático?

“Hay países que lo han hecho, hasta por soberanía. Francia tuvo el problema de que los países exportadores de petróleo decidieron no vender en la famosa crisis de 1973. Entonces se dieron cuenta que dependían mucho del extranjero y decidieron bajar a la mitad el consumo de la energía en las viviendas. Fue una medida muy estricta, y a la gente le vino muy bien porque ahorró dinero y además se vive mejor en las viviendas aisladas; y lo lograron en cuatro años”.

“Los países que están actuando con responsabilidad sobre el tema son países como Alemania, Gran Bretaña, España que están cambiando sus hábitos y por ejemplo comienzan a utilizar  energía del viento, energía solar, aíslan muy bien los edificios. Un ejemplo concreto es el de los autos que ya se venden indicando el grado de contaminación que producen”.

¿Cómo puede medirse el esfuerzo que debe hacer la Tierra para cambiar esta situación?

“Si la Tierra hiciera un esfuerzo similar al que hizo en la Segunda Guerra Mundial, -en ese caso lo hizo para matar, pero si en este caso hiciera ese mismo esfuerzo pero para el bien de la humanidad, podríamos lograr que se frene el calentamiento global”.

¿Cuáles son los impactos y consecuencias que ya pueden percibirse sobre el calentamiento global?

“Los impactos ya se sienten. Hay países que son islas muy bajas, como Maldivas que es un país con alrededor de 1.200 islas e islotes cuyos picos más altos tienen menos de dos metros,y ya le han desaparecido islas, y hay casas que tienen el patio inundado en permanencia; si sigue así el calentamiento global, Maldivas puede llegar a desaparecer, un país entero”.

“En el caso del país Bangladesh, son más de 100 millones de habitantes y viven muchos de ellos en un delta, como si gran parte de Argentina se centrara en el Delta del Paraná. Ya las zonas de la desembocadura están empezando a inundarse, y la gente se va corriendo al interior, y es lo que se llama los exiliados climáticos. Nosotros no lo vemos acá, pero en muchos otros lugares de la Tierra el impacto es muy grande”.

“El 90 por ciento de los glaciares de la Tierra se está reduciendo. El glaciar Upsala se redujo desde el 1928 hasta ahora en más de 4 kilómetros y medio, se reduce aproximadamente,  60 metros por año. El glaciar de Chacaltaya de Bolivia, era la pista de sky más alta del mundo, ahora desapareció. El Parque Nacional Los Glaciares  en Estados Unidos probablemente pierda su nombre en varias décadas, si sigue el derretimiento de los glaciares, porque queda menos de la mitad”.

“En Holanda están muy preocupados porque un tercio de su país está debajo del mar y si bien han hecho protecciones importantes si el nivel del mar aumenta estarán en problemas”.

¿Cómo se explica el aumento del nivel del agua?

“Debido al calentamiento global, por el derretimiento del Polo Norte y porque el agua se expande, el agua ha aumentado el siglo pasado 20 centímetros. Para este siglo, las proyecciones son entre 40 y 80 centímetros, las del informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático. Pero hay trabajos más recientes todavía que dicen que en realidad en esos informes no se han tenido en cuenta ciertos factores que están acelerando los derretimientos de los glaciares y los polos, sobretodo la parte oeste de la Antártida, y si eso se da, el nivel aumentará hasta unos dos metros”.

¿Cómo influye respecto a las catástrofes naturales?

“El número de catástrofes relacionadas con el clima se han incrementado y lo que está ocurriendo ahora y va a ocurrir en el futuro, es que si en un lugar había 9 huracanes por año, ahora va a haber 10, 11, 12 o 13. Y además, la velocidad de los vientos también va a ser mayor. O sea por un lado el número se va a incrementar y por el otro la velocidad, por lo cual van a ser aún más destructivos”.

“Acá en la zona de la Pampa Húmeda y Litoral argentinos, vientos fuertes y lluvias intensas siempre han existido, lo que vemos es que el número va incrementándose y en nuestra región lo que se nota es que la temperatura mínima sobre todo ha subido. En Rosario y la región  por ejemplo, prácticamente no hay más escarcha y eso se debe a que la temperatura general de la atmósfera ha aumentado y por consiguiente la del suelo”.

¿Los inviernos muy, muy fríos van a desaparecer?

“No, los inviernos fríos y muy crudos van a seguir existiendo porque justamente el desequilibrio en el clima puede llegar a producir tanto olas de calor como olas de frío más intensas. Eso explica por qué algunos nos critican y nos dicen que hablamos del calor y después aparecen estas olas de intenso frío, pero eso se explica precisamente por el cambio climático. Al derretirse los polos y en particular el Norte, hay un exceso de agua disponible, no solamente para alimentar los océanos sino también para generar más vapor de agua. El calor hace que se evapore, que se generen más nubes, y la circulación hace que se vaya a ciertos lugares y en esos lugares se condensa y o hay más nieve o más granizo”.

“El cambio climático aumenta los fenómenos extremos, además de aumentar el valor medio de la temperatura que va creciendo”.

¿Qué pasa con las lluvias?

“Está muy bien estudiado que por ejemplo, en la zona centroeste argentina, si en los años 50 había un cierto número de tormentas intensas por año, con lluvias de más de 100 milímetros, ahora se ha incrementado, en algunos lugares 50 por ciento y en otros 100, pero en otros hasta tres veces más las tormentas de este tipo. Es decir que llueve más concentrado y eso no es conveniente porque hay más riesgo de que se produzcan inundaciones, lo que conviene es que llueva distribuido”, señaló Piacentini.

¿Cómo repercute el cambio climático, el calentamiento global en la salud?

“En la salud, conjuntamente con los investigadores van der Leun y de Gruijl de Holanda,  estudiamos la influencia del aumento de la temperatura en el cáncer de piel. La primera causa es la radiación solar ultravioleta, eso ya se sabe. Lo que hicimos nosotros fue investigar que ocurría con personas que vivían en lugares que recibían la misma radiación ultravioleta pero donde una ciudad era más cálida que la otra. Y ahí encontramos que las ciudades más cálidas tienen más casos de cáncer de piel que las menos cálidas. O sea que también el aumento de la temperatura potencia el cáncer de piel”.

Frente a este panorama general, ¿qué soluciones vislumbra? ¿Hay esperanzas a corto plazo?

“Lo primero que hay que hacer es ahorrar energía, materiales y  agua y lo notable es que beneficia a nuestra familia, al país y al mundo. Además de ayudar al clima nos ayuda a nosotros. Y agregó: Hace unos años se hablaba mucho de la capa de ozono y ahora casi ya ni se habla, porque se ha detenido la destrucción. Está demostrando que se está recuperando, va a tardar unas décadas pero se está recuperando. Y eso es un factor muy positivo que comenzó con científicos, a los cuales no les creían, pero los científicos fueron entrevistados por los medios en general entonces mostraron su preocupación, la prensa informó, la gente se motivó y obligaron a sus gobiernos a que se reunieran y llegaran a acuerdos para reducir los contaminantes atmosféricos del ozono. Naciones Unidas dio el marco de competencia, firmaron el famoso tratado de Montreal y gracias a eso tenemos la situación actual. En el Informe mundial sobre el Ozono del 2006, dijimos quienes lo redactamos, que la destrucción del ozono se había detenido”.

“Hay un movimiento mundial de mucho impacto en relación al cambio climático pero no es suficiente. Los países que se comprometieron a retroceder al nivel de contaminación que tenían al año 1990 no lo han hecho, y la situación actual es que en vez de retroceder estamos con un 40 por ciento más de contaminación en media mundial que en aquella época. En diciembre  próximo se espera firmar un nuevo tratado, que reemplazará al Tratado de Kyoto,  en el cual debemos comprometernos todos los habitantes del Planeta”.

“Yo tengo muchísima confianza en los jóvenes pero tenemos que darles mucha más información porque ellos a veces no dimensionan las consecuencias que se desprenden del uso indiscriminado de la energía, por ejemplo. Entonces, hay esperanza pero hay que actuar ya porque realmente el problema es tan grande pero tan grande que si no actuamos ya, va a ser muy difícil reducir el calentamiento del planeta. A tal punto que ya se hablaba antes de un aumento de un grado, un grado y medio pero ya estamos hablando de dos grados para fin de siglo, porque ya se ve que perdimos un montón de tiempo y tendríamos que haber actuado desde que empezó el tema”.

“Prácticamente no hay reglamentaciones en el país y hay que tomar medidas urgentes en casi todas las áreas que generen estos contaminantes,  como pasó con el cigarrillo que claramente ha disminuido muchísimo su uso desde que se prohibió fumar en interiores. En el caso de los  combustibles fósiles, no depender del petróleo, gas y carbón externos, es también cuestión de soberanía”.