El lunes suele ser blanco de quejas y verdugo de perezosos por aquella dificultad de “arrancar la semana”, con todo el tedio que corresponde a la rutina, laboral y de otras índoles.

Pero desde 2005 y según el psicólogo colaborador de la Universidad de Cardiff, Cliff Arnall, el tercer lunes de enero es el día más triste del año.

Algunos de los factores tenidos en cuenta para arribar a esa determinación son el fin de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, las deudas acumuladas en esas jornadas, la motivación de principio de año diluyéndose y el clima (en el hemisferio norte es invierno, mientras verano en el sur).

El profesional estadounidense arribó a esa conclusión a través de una fórmula, que “demostraría” la tendencia al deprimido estado de ánimo en esta fecha. La misma sería así: ([W+ (D-d)] x TQ/M x NA).

Si bien parece una ecuación imposible, cuando se la explica da la sensación de ser acreedora de cierto sentido común (que no implica rigor científico).

La W es el clima epocal, la D son las deudas, la d es el sueldo, la T el tiempo pasado desde navidades, la Q el tiempo que se ha pasado desde que se ha intentado lograr una meta sin éxito, la M la motivación y la NA la necesidad de emprender acciones, según reporta el diario El País.

Más allá del origen de los impulsos del autor de la fórmula, la idea fue luego ampliamente utilizada con fines comerciales, como por caso la agencia de comunicación Porter Novelli, con campañas para inculcar a quiénes comulgaban con ella que la mejor forma de neutralizar la tristeza es organizando vacaciones y comprando hasta transformar la realidad (en especial pasajes de avión).

Por su parte, en un informe de la BBC se afirma que el origen de esta fórmula sería una campaña publicitaria para la compañía de viajes Sky Travel, hoy extinta.

Arnall se desempeña hoy como “asesor de felicidad” e inventó más fórmulas con fines publicitarios, como el día más feliz del año o la fórmula del juguete perfecto.