Por Candelaria de la Cruz

“Yo nací en un cuerpo gordo, viví mi adolescencia con muchas inseguridades pero con el tiempo comencé a decidir si seguir poniéndome trabas y sufrir con la frustración de no poder hacer lo que amo por mi cuerpo o empezar a construir a través de él”

Así resumió una parte de su comienzo en el modelaje Brenda Mato, una joven porteña de 26 años que tomó la posta y alzó la bandera contra los estándares de belleza que atraviesan históricamente y imponen la perfección del cuerpo.

La modelo “plus size” como muchos la conocen, descubrió según ella describe, una pasión “contradictoria” con su cuerpo. “Estudié comedia musical y lamentablemente en el mundo artístico aceptan sólo mujeres esbeltas y un sólo un tipo de cuerpo, hay una gran obsesión y ese cuerpo no coincide con el mío. Viví muchas inseguridades y tenía ese sentimiento constante de que no iba a lograr nada porque mi cuerpo no coincidía con los estándares necesarios y comencé a pensar que el talento no importaba y que todo le esfuerzo que hacía no iba a servir por mi figura”, relató Brenda en diálogo con Conclusión

De esta manera, y en un largo proceso de auto aceptación dejó de lado la presión social que solemos cargar desde chicos, potenciada por los mensajes publicitarios; y comenzó una militancia activa para romper con esos “estándares de belleza”.

Muchos jóvenes luchan por lograr “el físico ideal”, muchos de ellos creen sinceramente que “el mundo es de los flacos”. Otros, cuyo peso natural excede el stándard de delgadez que la sociedad impone, se deprimen, se autocritican y se sienten perdedores y desvalorizados. Y eso sucede en algo tan simple y agradable como es ir a comprar ropa.

Brenda, lo vivió en carne propia y lo dio a conocer. A través de las redes sociales comenzó una campaña de visualización sobre la problemática y le agregó un condimento artístico. Un sesión de fotos.

“Me hice fotos y empecé a mandar distintas agencias, las subí a Facebook y a partir de ahí me empezaron a llegar propuestas” contó y describió al modelaje como “una consecuencia” de lo que hoy se ha convertido en parte de su vida.

“Recibo mensajes todos lo días de chicas y chicos contándome historias tremendas. La sociedad nos excluye y nos pide medidas que muchas veces son imposibles de alcanzar, se piensa que ser flaco es belleza y salud y no siempre es así pero es el mandato que recibimos desde siempre y es muy difícil salir de esa idea».

No tengo que ponerme: Ley de Talles en números

La organización AnyBody realiza desde el 2013 una encuesta relacionado con esta temática. Desafortunadamente, en estos años, los números no han variado y siguen siendo negativos. Los resultados arrojan que en Argentina un 70 por ciento de las personas –independientemente de su altura o peso- tienen dificultades para conseguir ropa de su talle y sólo un 4 por ciento puede acceder a la ropa que le gusta, sin ningún problema.

Es decir, 7 de cada 10 argentinos se encuentran con realidades poco felices al momento de ir a comprar ropa.

“Es una cifra alarmante, y nos deja en evidencia que estamos frente a una industria que desconoce a sus consumidores y tampoco tienen mucho interés por hacerlo”

En la actualidad, el proyecto de ley se encuentra en marcha y tiene que pasar por tres comisiones para luego llegar a la Cámara de Diputados y ser debatido en el recinto. Una vez aprobado, según informaron desde la organización se pondrá en marcha el punto principal que tiene que ver con la realización de un estudio antropométrico de los cuerpos de todos los argentinos y de esa manera poder lograr una tabla de talles que sea coherente con la realidad.

Finalmente y a partir de los resultados, todas las marcas tendrán un plazo de 24 meses para implementar la ley y planificar un mínimo de 8 talles en todas las prendas.

Lo que significa que, cada marca elija a su público, pero que a la vez ofrezca una variedad y se evite esa falta constante.

Lo violento del mensaje…

Cuando los estándares de belleza marcan la relación entre hombres y mujeres el choque puede ser fuerte. Estos prototipos aumentan la violencia machista que surgen, según explica Brenda, “de una sociedad patriarcal que en su mayoría esta encabezada por hombres” que justamente, “son  quienes nos rigen a las mujeres como debemos lucir y como debemos ser”.

“La estética machismo afecta a hombres y mujeres por igual»

«Los estándares hablan de esa concepción de la mujer siempre preparado para el consumo masculino.Muchas veces me han dicho,`no te preocupes si sos gordita porque a los hombres le gustan así´, pero a mi me interesa como me gusto a mí. Quiero que me pregunten a mí que es lo que me gusta de mí”, remarcó.

Mato concluyó: «Hay que escuchar a la gente, entender cual es la problemática y dejar de generalizar porque un cuerpo distinto no es menos valioso que otro y sobre todo entender que no somos maniquíes, tenemos todos figuras diferentes y lo valioso y hermoso de los seres humanos es eso que nos hace únicos y diferentes a los demás”.

Fotos: Gentileza Fernández Pello Fotografìas y Palu Camilli