Por Jennifer Hartkopf

A lo largo de los años el debate sobre el aborto ha despertado polémica. Con el correr del tiempo, unos y otros han expresado las más diversas opiniones, a favor y en contra. No obstante todos los proyectos de ley que se han impulsado para que se trate el tema en el Congreso de la Nación, han sido postergados.

Pero hace unos días, el Gobierno ha reflotado la discusión y el tema ha vuelto a instalarse, una vez más, entre los ciudadanos. Hoy, el juego está en la mesa y todo indica que finalmente recibiría tratado parlamentario. Sin embargo, las distintas posturas continúan y las defensas en torno a su legalización o no calientan la agenda.

La diputada provincial Silvia Augsburger del partido Igualdad y Participación, primero valoró que el tema finalmente se debata en el Congreso y segundo defendió su postura recalcando que hoy día existen “fundamentos sólidos para defender la legalización del aborto” por lo que espera ansiosa el momento del debate.

“Hoy se va a presentar por sexta vez el proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto. La primera vez que se presentó con mi firma como diputada nacional fue en el 2008. Siempre perdió estado parlamentario y en este momento, por la fuerza del movimiento de mujeres, la sociedad empuja el debate y finalmente se va a debatir en el Congreso de la Nación”, dijo entusiasmada la diputada a Conclusión.

Asimismo consideró que “se ha dado un paso enorme con la apertura del debate porque la estrategia ha sido siempre la obstaculización para que este tema no se hablara, así que es muy importante y tenemos fundamentos sólidos para defender la legalización”, sostuvo.

Según explicó brevemente la diputada, el proyecto plantea la legalización del aborto hasta la semana 14 por propia voluntad y decisión de la mujer. Además, contó que sería bajo la lógica de que la mujer llega a un efector público y puede ser incorporada a un programa de salud sexual y reproductiva del que antes no había sido parte, evitando la repetición de un aborto o de un embarazo no deseado.

En ese sentido, destacó las experiencias ya realizadas en otros países y a modo de ejemplo, se refirió a la reciente implementación de la ley en Uruguay. “En ese país se legalizó el aborto en 2012, y los hechos muestran que con el aborto legal no solo no mueren más mujeres como consecuencia del aborto inseguro sino que además disminuye el impacto de la práctica, es decir, se realizan menos abortos”, manifestó y agregó: “Esto es muy importante demostrarlo porque en ese debate donde quienes se oponen dicen defender la vida, en realidad la mejor forma de defenderla es legalizando el aborto, porque hay menos práctica de aborto si es legal”.

También Augsburger manifestó que los argumentos que niegan la legalización “son argumentos que ya no se sostienen, como los argumentos del divorcio. Lejos de que la legalización promueva la práctica abortiva es todo lo contrario, disminuye fuertemente el impacto”.

En Argentina el impacto es del orden de 500.000 abortos al año. El uso más extendido del Misoprostol y la apropiación de esta información por parte de las mujeres a partir de las activistas y del movimiento de mujeres, ha ayudado a disminuir sustantivamente el número de muertes.

“Hace unos años teníamos el orden de 100 muertes anuales, ahora tenemos alrededor de 50, la última estadística es de 43. Son muertes siempre evitables porque el aborto realizado en condiciones seguras es una práctica donde no mueren las mujeres”, cerró.

“Los ricos defienden el aborto ilegal para mantenerlo en secreto y no pasar vergüenza»

Por su parte Ricardo Nidd, decano de la facultad de Medicina de la UNR explicó a Conclusión su postura haciendo suyas las palabras del reconocido cardiocirujano argentino René Favaloro: “Los ricos defienden el aborto ilegal para mantenerlo en secreto y no pasar vergüenza. Estoy harto de que se nos mueran chicas pobres para que las ricas aborten en secreto. Se nos mueren nenas en las villas y algunos en Sanatorios hacen fortunas sacándoles la vergüenza del vientre a las ricas.Con el divorcio decían que era el fin de la familia y sólo fue el fin de la vergüenza de los separados ilegales. Con el aborto legal no habrá más ni menos abortos, habrá menos madres muertas. El resto es educar, no legislar”.

“Recuerdo sus palabras porque hablan de una claridad meridiana sobre el tema, de una posición muy responsable al respecto”, aclaró y celebró que el tema ahora empiece a tener trámite parlamentario porque “hay necesidad de mucha gente poder transitar el camino de la resolución formal de una problemática tan grave”.

Al igual que Ausburger, Nidd dijo estar “absolutamente convencido” de que la legalización del aborto va a ayudar a disminuir la mortalidad materna, “sobre todo en los sectores más desposeídos que no acceden a la práctica de la interrupción del embarazo por su dificultad de recursos”.

Respecto a la cátedra que trata el tema en la facultad de Medicina, el decano fue contundente: “Somos pioneros en la instalación de este debate ya que hace más de un año interpretamos que había una vacancia de discusión de esta temática, identificamos el problema de salud que significa el aborto en términos sociosanitarios y decidimos instalar en nuestros ámbitos académicos la discusión”.

Se trata de una materia semestral y electiva que comenzó a funcionar el año pasado y que se cursa en el segundo semestre del año en 4º y 5º año, con un cupo de 120 alumnos. La materia ofrece una propuesta integral interdisciplinaria ya que integra un plantel docente con profesionales de la facultad de Medicina, de Derecho, así como médicos obstetras, generalistas, psicólogos, y antropólogos.