La subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación comenzó a evaluar a principios de julio un proyecto para la construcción de un acueducto de unos 90 kilómetros de largo, que vincule la laguna La Picasa con el río Paraná y regule el desborde de agua, que ya ocupa 45 mil hectáreas de Santa Fe y Buenos Aires, en un intento por dar una «respuesta estratégica» a una región que aumentó 18 veces su territorio inundado en medio siglo.

El plan, que todavía en boceto, busca llevar alivio a las localidades de la cuenca de La Picasa, una superficie de 5.346 kilómetros cuadrados.

En esta infografía se ve con claridad el proyecto en el que trabajaron ocho ingenieros de la Dirección Nacional de Proyectos y Obras Hidraúlicas, que depende de la subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, con un sistema que entuba el exceso de agua de La Picasa y lo traslada desde la localidad santafesina de Teodolina hasta el Arroyo Pavón, en la misma provincia.

El proyecto -que deberá ser evaluado y aprobado por el comité de cuenca de la laguna- contempla el aprovechamiento del canal Alternativa Norte como punto de toma del agua, que luego sería conducida por tubos bajo tierra y descargada el arroyo Pavón.

De materializarse el proyecto, podría regularse también el aporte de La Picasa a las lagunas Salada, Mar Chiquita, Gómez o El Carpincho, y enfrentar los futuros ciclos secos con «abastecimiento estratégico de agua dulce».

La laguna La Picasa se extiende entre Santa Fe y una franja del territorio bonaerense, en General Pinto. Su cuenca ocupa 2.100 kilómetros cuadrados en tierras santafesinas; 900 en la provincia de Buenos Aires; y 2.500 en el sudeste de Córdoba, donde abundan lagunas y bañados.

Se calcula que hay unos 100 mil habitantes en toda la región, que incluye la ciudad de Rufino.

Por eso, está en proceso de licitación la puesta en marcha de una serie de obras internas en la cuenca de la laguna, que regularán el embalse 3 de la Picasa, en el departamento de Roque Sáenz Peña.

Se trata de regular el escurrimiento y almacenamiento dentro de la cuenca para retener agua en niveles óptimos y, en caso de que lleguen nuevos caudales que superen esa marca, poder transferirlos hacia otros cuerpos o a la misma laguna Picasa. Además, está prevista también la construcción de seis nuevos embalses reguladores, con un presupuesto de 58 millones de pesos.