Con sus tres centrales nucleares (Atucha I, Atucha II y Embalse), Argentina apuesta a la producción de energía atómica: un desarrollo elemental a la hora de hablar de transición energética y modelos de producción que no dañen al medioambiente. De a poco, el país se va consolidando en este rubro, y su más reciente hazaña es el arreglo de un reactor nuclear de Atucha II con herramientas e insumos fabricados por empresas nacionales, que permitió acortar los tiempos de reparación de cuatro años a diez meses.

El doctor en física y secretario general de la Asociación de Profesionales de Energía Atómica, Andrés Kreiner, dialogó con el programa “Aquí Estamos”, que se emite por radio UNR y es conducido por Edgardo Bozikovic, donde explicó los avances que la generación de energía atómica tuvo en el último tiempo en Argentina, al tiempo que destacó el impacto medioambiental que tiene.

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“La energía nuclear va a jugar un papel importante en esta transición energética. A pesar de su ampliación, las energías renovables por sí solas no pueden cubrir el 100% de la demanda energética, especialmente en lo que hace a la generación de energía eléctrica. La energía eólica o solar, por ejemplo, son intermitentes, no se puede predecir cuándo habrá viento o sol. La energía nuclear es una fuente de energía disponible las 24 horas, los 365 días –salvo por los breves períodos de mantenimiento que necesita toda central– y tiene la gran ventaja de la ausencia de emisión de gases de efecto invernadero”, apuntó Kreiner.

Seguidamente, aseguró que “Argentina está muy bien posicionada” en lo que respecta a generación de energía atómica, ya que cuenta con “70 años o más” de desarrollo científico y tecnológico en este terreno. “La Argentina exporta reactores, no de potencia, pero sí de investigación y producción de radioisótopos. Son fabricados por una empresa estatal de Río Negro. Además, tenemos nuestras tres centrales en funcionamiento, que trabajan sobre el principio de uranio natural y agua pesada”, detalló el experto.

En este sentido, explicó que el país optó por usar uranio natural y no enriquecido porque elaborar este último producto es “tecnológicamente complejo y caro”, y el país aún no cuenta con los equipos necesarios para esto. “Es una tecnología que está monopolizada por las grandes potencias”, advirtió Kreiner.

Aquí se destaca el vecino país de Brasil, ya que por fuera de las grandes potencias logró ser productor de uranio enriquecido, aunque en un volumen limitado.

Si bien el país está desarrollando pequeños reactores modulares que trabajan con uranio enriquecido, los especialistas apuestan a que la línea básica debe ser la del uranio natural, ya que es la que el sector nacional domina y para la cual adecuó sus instalaciones.

En relación al estado de las centrales, amplió: “Extendimos la vida de Embalse, que hace relativamente poco tiempo fue puesta a nuevo, ahora tiene 20 años más de operación segura. También logramos terminar en su momento Atucha II, que era una central que había empezado a hacer una empresa alemana que después dejó, y Atucha I ahora está llegando al fin de su vida útil y se le va a hacer el mismo proceso de extensión de vida que se hizo con Embalse. En los próximos tiempos esta central se va a parar y se va a cambiar una cantidad de internos del reactor para ponerlo a nuevo y seguir operando esta instalación que ha trabajado muy exitosamente desde 1974”.

Y añadió: “Argentina está construyendo una pequeña central modular que se llama Carem. Por otro lado, estamos empeñados en impulsar el desarrollo de una central similar a la de Embalse. Es necesario relanzar el desarrollo de la energía nuclear para evitar los desastres climáticos asociados al quemado de combustibles fósiles”.

Consultado por la seguridad que deben tener las plantas, Kreiner observó: “Cuando uno mira estadísticamente, la industria nuclear es una de las más seguras. Hay un organismo internacional de energía atómica que se ocupa de supervisar muy estrictamente la seguridad. Tenemos convenios firmados con este organismo, también tenemos un convenio bilateral con Brasil que tiende a garantizar la seguridad”.