La inclusión de buenos hábitos alimenticios  en los niños es indispensable para el desarrollo de una vida sana y equilibrada. Conclusión dialogó con la Dra. Ana María Cucurullo, nuticionista y pediatra, quien brindó consejos de algunos puntos a tener en cuenta a la hora de comer.

Cuando se habla de un estilo de vida sano, tanto en adultos como en chicos, no solamente se hace hincapié en el plano alimenticio, sino que hay otros hábitos que también son necesarios mantener en equilibrio. El descanso, es decir, las horas destinadas al sueño y las actividades  de ocio y entretenimiento también influyen para sentir vitalidad psíquica y físicamente. “Todo forma parte de un estilo de vida sano. La alimentación es importante porque si no comemos no funcionamos, necesitamos energía”, afirma la especialista.

En los tiempos acelerados en que se vive, la hora de alimentarse generalmente pasa a ser un momento improvisado, sin embargo, es necesario que los niños comprendan lo que representa compartir la mesa familiar, y puedan respetar y disfrutar el momento de la comida. «El acompañamiento y la jerarquización de la mesa familiar es importante, al menos poder compartir una de las cuatro”, puntualiza la Dra. Cucurullo.  Sumado a que es esencial cumplir con todas las comidas diarias: desayuno, colación, almuerzo, cena. «Hay que tener varias ingestas durante el día”, destaca.

Desayunar como un rey, y cenar como un mendigo…

La primera comida del día es la más importante, por eso siempre hay que tomarse el tiempo para realizarla. Esta es la encargada de otorgar la energía necesaria para comenzar la rutina de la mejor forma. “El desayuno siempre tiene que estar”, señala la pediatra, sobre todo en los niños que por la mañana los espera una intensa jornada escolar. Un desayuno típico puede ser un lácteo: leche, yogur, queso o pan, acompañado por una infusión, o en  días de calor puede ser reemplazado por un licuado, o  un yogur con cereales, o  una fruta.

En cuanto a las demás comidas, no hay reglas fijas, señala, lo óptimo es ir alternando entre los alimentos para que a lo largo de la semana haya un poco de todo, desde carnes, pastas, y vegetales. “Uno tiene que ir variando y compensar lo que no consumió durante el día», puntualiza la nutricionista. Los alimentos que no pueden faltar en los niños son las frutas, y las verduras, «por lo menos dos frutas por día, y vegetales todos los días». 

La mayoría de energía que se recibe proviene de los carbohidratos por lo tanto también es necesario que estén presentes en la dieta alimenticia, sin embargo hay que tener en cuenta los excesos, y tener presente que siempre es preferible que provengan de una fuente que sea de digestión lenta, como por ejemplo, la papa, arroz, fideos, pan de distintos tipos, las legumbres.

En el caso de la cena, por ser la última comida del día, y ya que luego no habrá un mayor desgaste de energía, debe ser lo más liviana posible. “Nunca tiene que ser más voluminosa que el almuerzo”, manifestó.

«La alimentación saludable no tiene que ser aburrida, tiene que ser pensada, y disfrutada en familia”, destaca la pediatra. En cuanto a los postres, bebidas, y golosinas, la profesional puntualiza que puede consumirse pero siempre y cuando sea en porciones acotadas.

Festejos de cumpleaños divertidos y saludables

Un cumpleaños como toda  fiesta se prepara con cuidado y se planea para agasajar al cumpleañero y sus invitados.

Sin embargo es frecuente que cuando se piensa en lo que se va a ofrecer en los eventos infantiles, siempre se elijan los mismos alimentos o bebidas: chizitos, palitos, papitas, gaseosas, alimentos característicos por poseer una alta dosis de grasa, azúcar y sal. Esto se complica aún más cuando tienen más de un cumpleaños en un mismo día.

«El exceso de carbohidratos simple, que en su mayoría son ácidos, en conjunto con el gas, hacen que estén distendidos con dolor abdominal», explica la profesional, situación que hace que muchas veces después de los cumpleaños los niños terminen con diarrea, vómitos, o algún malestar.

Asimismo, la especialista manifiesta la importancia de que haya agua fresca sobre la mesa en todo momento ubicada junto a las otras bebidas,  «la sed se satisface con el agua, muchas veces los chicos no toman porque no hay».

«Siempre ofrecen lo mismo, hay que tratar de incorporar una nueva variante que tenga menos grasas saturadas, menos sal, menos bebidas artificiales». En ese sentido, la profesional propone otras alternativas para incluir a la mesa de cumpleaños, y así transformar el festejo en un momento donde se compartan juegos, pero también alimentos ricos, sanos, nutritivos, y divertidos. Algunas propuestas:

 

Mesa dulce:

-Pororó,tutuca, gelatina de varios sabores

-Ensalada de frutas, brochette de frutas, muffins frutales

-Alfajorcitos caseros de maizena, galletas y bombones de avena y dulce de leche, cuadraditos de bizcochuelo

-Pastafrola, tarteletas con crema pastelera y frutas, envases de yogurt con trozos de frutas, pionono rellenos con dulce de leche, helados frutales

Mesa salada:

-Tarteletas, albóndigas, bastones de masa hojaldrada al horno con queso parmesano

-Pizzetas de pan lactal, cuadraditos de papa y zanahora, formitas caseras de pollo