Los restos del cura Juan Viroche, encontrado ahorcado en la parroquia de la localidad tucumana de La Florida después de haber protagonizado una lucha contra el narcotráfico y la inseguridad en la zona, eran despedidos esta tarde por una multitud emocionada.

El féretro salió envuelto en una bandera Papal y otra de San Martín. El pedido de justicia se sintió al unísono.

Al grito de «justicia, justicia», los vecinos de la zona resaltaban la tarea pastoral del religioso y descreían de los resultados de la autopsia, que dictaminaron la muerte por suicidio.

Investigan la pista sentimental en torno a la muerte del cura Viroche