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El Centro de Estudios de Políticas Públicas Sinergia Ciudadana alertó este martes sobre la existencia de un nuevo tipo de modalidad de extorsión por parte de algunos cuidacoches ubicados en distintos puntos de la ciudad y pidió una nueva revisión del Código de Convivencia municipal para agravar sanciones ante esta actividad.

Según advirtió el presidente de la ONG, Damián García, existe un nuevo método de extorsión por parte de algunos cuidacoches, en el que exigen al estacionar el pago de una tarifa a cambio de la protección del vehículo y luego, al regresar a buscar el auto, aparece otra persona a reclamar nuevamente dinero.

«Pasa en todos los corredores en los que se produce la movida nocturna, como Pichincha y calle Pellegrini, y en lugares de espectáculos masivos o cercanos a la cancha. Vos pagás para no tener ningún inconveniente y que no te rompan el auto, pero cuando volvés encontrás otro cuidacoches que dice que es le dueño de la calle y regentea ese lugar, entonces te vuelve a cobrar», lamentó García este martes en declaraciones a Conclusión.

El titular de Sinergia Ciudadana señaló que las tarifas son siempre superiores a los 500 pesos y suelen incrementarse a medida que se aproxima el horario de inicio de los eventos. «Si llegás muy cerca del comienzo del partido, en alguna cancha te pueden cobrar 1.500 pesos. Es una situación absolutamente descontrolada, donde el municipio y los organismos de control parecen no tener las herramientas adecuadas para afrontar el tema de una manera seria», cuestionó.

En ese marco, y teniendo en cuenta que el escenario fue agravándose con el correr de los años, el Centro de Estudios de Políticas Públicas sostuvo que es necesario avanzar en una nueva revisión del Código de Convivencia municipal -aprobado hace menos de dos años- para robustecer las sanciones sobre esta actividad.

«Queremos que el Concejo lo analice para poder llegar a tipificar esta actividad. Se modificó hace poco el Código y se dejó pasar una oportunidad de oro como para también abordar este tema seriamente», lamentó García. Cabe recordar que a partir de esta nueva normativa se incorporó la figura de la «extorsión». Es decir, dichas extorsiones pasa a ser una contravención y el municipio tiene competencia para actuar en estos casos. Aun así -explicaron desde la ONG- la medida es insuficiente porque es el vecino quien tiene que demostrar la existencia de esa actividad extorsiva.

A esta acción -apuntan desde la ONG- hay que complementarla «con la vuelta de los cuidacoches solidarios, como pasaba en La Florida o en la Feria de Colectividades, que lo que recaudan van para entidades benéficas». Esa iniciativa, dijo García, serviría sobre todo en los lugares de mayor complejidad, que son los sectores cercanos a las canchas de Newell’s y Central, donde -sostuvo- hay participación de las barrabravas de los clubes.

«La Municipalidad tiene que participar de operativos multiagenciales, donde le pueda decir a la Policía y otro tipo de organismos que lo ayuden. El uso del espacio público es potestad del municipio. No puede mirar para otro lado y echar culpas», concluyó el titular de la ONG.