Los anticonceptivos inyectables, conocidos comercialmente como Mesigyna, son una opción muy utilizada por las mujeres, sobre todo las más jóvenes, y es uno de los métodos que más adherencia tiene en el ámbito de la salud pública. Sin embargo, desde mediados del 2020 comenzó a notarse una creciente dificultad para conseguirla y desde hace unos meses ya no hay stock, ni siquiera en farmacias. Las razones de ese faltante obedecen a problemas de producción y si bien se esperaba que para enero de 2021 se resolviera, a día de hoy no hay novedades al respecto.

«La verdad es que durante todo el 2020 tuvimos poca cantidad, no se encontraba facilmente y las farmacias que lo tenían no lo podían reponer cuando vendían lo que tenían en stock», explicó a Conclusión Claudia Varela, secretaria del Colegio de Framacéuticos de la segunda circunscripción. «En la Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) figura como un prodcuto en falta desde septiembre, por problemas de producción, con fecha aproximada de restitución para enero de 2021, pero hasta ahora no hemos tenido ninguna novedad de reposición», detalló.

Si bien algunas voces han reclamado por este faltante, por caso, la Secretaría de Género del Sindicato de Profesionales Universitarios de la Sanidad (Siprus) presentó una nota ante el Ministerio de Salud en el mes de octubre y más recientemente el diputado santafesino del bloque Vida y Familia, Walter Ghione, elevó a la Cámara de Diputados de Santa Fe una solicitud al Ejecutivo de Santa Fe para que informe sobre la provisión de anticonceptivos, la cantidad entregada en el último año y el origen de los mismos, lo cierto es que el faltante de la mesigyna obedece a un problema de producción.

«El producto que hoy está en falta lo produce el laboratorio Bayer, pero no en Argentina, en México» señaló Varela. «Pero el faltante no es un problema de importación sino que hay fallas en la cadena de producción, que se pueden dar porque se ha producido menos de lo estimado para el año o por cambios en el laboratorio o en los protocolos de producción. Antes había más de una marca comercial, pero ahora ha quedado una sola y no hay otra que la pueda suplir».

La ley de Salud Sexual y Procreación Responsable estipula, desde el año 2002, el derecho al acceso gratuito a los anticonceptivos. En ese marco, la mesigyna es uno de los métodos más elegidos tiene entre las usuarias del sistema público de salud. «La alta adherencia radica en que es un método de una sola aplicación. Es muy práctico y simple, no te olvidás ni se te pasa un día, como puede ocurrir con los anticonceptivos orales y es más sencillo que el DIU, sobre todo para las usuarias más jóvenes», señaló Varela a este medio.

Sin embargo, la farmacéutica remarcó que la efectividad es la misma que la de los otros sistemas. «El inyectable mensual tiene la misma efectividad que los otros métodos, la diferencia radica en la forma de administración y en los efectos colaterales sobre quien los usa. Eso generalmente es lo que termina definiendo que algunos se inclinen por unos u otros. Pero se puede reemplazar facilmente. Hay que cosultar con el ginecólogo para que recomiende una alternativa de sustitución».