Por Abigail Ganopol

3 hábitos simples para que sientas que tu día valió la pena

Si cuando termina tu día sentís insatisfacción, a pesar de haber estado haciendo de todo sin parar, es porque en tu agenda hubo poco o nada de lo que para vos es importante. La semana pasada hablamos sobre cómo domar a los ladrones del tiempo (https://redaccion.conclusion.com.ar/info-general/abigail-ganopol-domando-a-los-ladrones-del-tiempo/02/2024/) y vimos cómo catalogar las actividades según si son importantes y/o urgentes en sus distintas combinaciones. Por lo general, cuando tus días están abarrotados de tareas pero sentís que no hiciste nada de lo que querías hacer, es porque lo que estás haciendo es importante para otras personas, pero no para vos. La regla pareciera ser entonces bastante simple: para sentir que tu día valió la pena es necesario que tenga aquello que para vos es importante.

Fácil de decir, pero a veces cuesta ponerlo en práctica si nos dejamos llevar por la vorágine de la vida cotidiana. Es que en un mundo hiperconectado como el de hoy, es común sentir que si no hacemos nada de “lo que tenemos que hacer” estamos perdiendo el tiempo. Esto nos lleva a entrar en un círculo vicioso que inicia con la “Culpa por no hacer lo que debemos”, lo cual nos lleva a “Saturar la agenda hasta que explote”; esto nos causa “Agotamiento y sensación de frustración por no hacer lo que nos importa”; es entonces cuando decidimos “Pensar en priorizarnos”, y luego cuando nos estamos eligiendo, sentimos culpa nuevamente y el ciclo se repite. Hay que cortar con este círculo vicioso y crear uno nuevo, que sea virtuoso.

 

En este punto es importante tener presente que  a veces “no hacer nada” es hacer más y mejor. Llenar la agenda de actividades no significa que esto nos acerque a nuestras metas, a transformarnos en la persona que deseamos ser. ¿De qué sirve tener una agenda repleta de tareas que no resuenan con quien somos, con nuestros deseos y proyectos, con eso que nos mueve?

El ciclo virtuoso se crea en tiempos de planificación, abordando el tema cuando estás organizando tu  agenda. Hacer lo que resuena con vos tiene que ser parte de tus objetivos y en consecuencia, de tu planificación regular. Estos son 3 hábitos sencillos de incorporar a tu rutina para que sientas que tu día valió la pena:

  1. Definí el top 5 de cosas que deseás que tu día tenga (pueden ser 4 o 6, el número no es relevante, lo que importa es que te importe) y asegúrate de que ocupen un lugar prioritario en tu agenda. Escribilos, dales entidad. Para eso, vas a tener que planificar estas actividades, es decir, asignarles un tiempo concreto en tu día para realizarlas. Es deseable que este top 5 incluya aspectos de distintas áreas de tu vida, ya que contribuye a mantener una vida balanceada. Si es posible hacer la mayor parte de este top 5 por la mañana, antes de comenzar con el ajetreo diario, mejor, porque entonces te asegurás de que pase lo que pase, lo que te importa, ya lo hiciste y tu satisfacción al final del día está garantizada.
  2. Incorporá momentos dedicados a la gratitud. En los últimos años el tema de la gratitud está en boga. Pero se trata de algo mucho más profundo que una moda ya que impacta directamente de manera positiva en el sistema de creencias. Pensar a diario en qué agradecer permite valorar aspectos que damos por sentados y focalizarnos en lo que ya tenemos en lugar de todo lo que nos falta. Ese cambio de mentalidad, desde un lugar de abundancia en lugar de carencia, nos permite atraer más de eso que nos importa. Si no sabés por dónde empezar, un buen momento del día para agradecer puede ser durante las comidas y puede además transformarse en un lindo hábito a compartir en familia.
  3. Definí momentos para tener tu agenda en blanco. Si este no forma parte de tu top 5, entonces agendalo separadamente. Es importante reservar tiempo de descanso programado en momentos estratégicos del día y poder hacerlo sin sentir culpas por estar dejando otras cuestiones de lado. Hay un gran número de estudios científicos que muestran que la eficiencia y la productividad aumentan si se trabaja enfocadamente en un tema por bloques de aproximadamente 60 minutos y se descansan 15 minutos, mejorando esto el rendimiento general.

Creando el círculo virtuoso: principales amenazas y cómo combatirlas

Si bien son hábitos sencillos de incorporar, requieren, como cualquier hábito, de disciplina y la disciplina hay que entrenarla y aprender a vencer los obstáculos que surgen mientras la desarrollamos (ver https://www.conclusion.com.ar/info-general/creacion-de-habitos-lo-que-hay-que-saber-para-lograrlo/02/2024/).

En este caso las principales amenazas a la disciplina consisten en:

  1. No escribir explícitamente en la agenda nuestro top 5. Esto se debe a que tenemos la costumbre de listar en la agenda los compromisos externos, pero solemos omitir nuestros compromisos internos. Es importante desarrollar el hábito de anotar en la agenda todo aquello que forma parte del top 5. De este modo, tendremos en nuestras agendas ítems como: “leer media hora”, “meditar 20 minutos”, “caminar 5km”, “compartir tiempo de calidad en familia”, etc. La diferencia entre escribirlo y no escribirlo radica en lo evidente que resulta incumplir cualquiera de estos ítems cuando no podamos tacharlo de la checklist.
  2. Incumplir eso que escribimos porque van surgiendo otros temas más urgentes, a los cuales no sabemos decir que no, o no logramos delegar oportunamente. Para contrarrestar este efecto a veces es necesario obligarnos a cumplir con eso que nos importa (top 5) por encima de las urgencias externas (un ladrón del tiempo). La dificultad radica en que tenemos desarrollado el hábito de postergarnos por demandas del afuera y crear el hábito de cumplir el top 5 implica permitirnos desaprender lo anterior.

Nota Mental

Pase lo que pase, aunque tengas un mal día, aunque no hayas logrado lo que te propusiste, recordá: “Siempre es tiempo de volver a empezar. Siempre es tiempo del tiempo.”

 

Biografía de Abigail Ganopol

Tengo un  doctorado en Ciencias Físicas por la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.

Trabajo en la industria aeroespacial desde el año 2009, siendo mi campo de expertise el management de Operaciones de Misiones Satelitales. Trabajé en varios proyectos espaciales de larga duración en los que tuve a cargo equipos numerosos, cumpliendo objetivos exigentes, con plazos de entrega estrictos y revisiones de proyecto internacionales periódicas. He sido distinguida por la NASA por mi trabajo en una de las misiones en las que trabajé. Como manager uno de mis mayores intereses fue mejorar la performance de nuestro equipo por lo cual consagré varios años a desarrollar e implementar un método de Gestión de Conocimiento cuyo foco es el proceso de Lecciones Aprendidas. He sido nombrada mentora 2023 del programa Space4Women de la United Nations Office for Outer Space Affairs.

Tengo 15 años de experiencia en docencia universitaria, tanto en carreras de grado como de posgrado. He dirigido y he sido miembro del tribunal revisor de tesis de maestría en el área aeroespacial.

Mi naturaleza curiosa e inquieta me ha llevado a formarme además en temas afines al desarrollo personal.

En 2018 fundé NUT Gestión del Tiempo con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas mediante la enseñanza de la optimización del tiempo. En mis capacitaciones y consultorías aplico todo lo que aprendí en mis años de management de operaciones espaciales, sumando a esto una mirada humana que permita delinear objetivos, planificar y ejecutar de manera realista y centrada en el bienestar. Soy autora del libro “Es Tiempo del Tiempo” publicado en  2019.

  Abigail Ganopol, PhD

@nut.gestiondeltiempo

  NUT Gestión del Tiempo