Era impensado, un verdadero sueño para no pocos inalcanzable. Literalmente algunos lo calificaban de imposible y si hasta algunos medios radiales ni se interesaron por difundir el combate ¡¿Cómo iba a creerse que Carlitos Monzón le arrebatara el título al  entronizado, famoso y carilindo Nino Benvenutti!?

A fuerza de fe, esperanza y mucho trabajo, dos figuras del boxeo argentino, que pusieron a ese deporte en uno de los niveles más altos del ámbito internacional –los legendarios Tito Lectoure y Amílcar Brusa, este último entrenador del boxeador santafesino- lo imposible se hizo realidad.

Carlos MonzónSucedió en el histórico decimosegundo round, en aquella memorable velada del 7 de noviembre del año 1970, cuando en el cuadrilátero del Pallazzo Dello Sport en Roma, Carlitos Monzón le demostró a propios y extraños que en la vida no hay imposibles.

El santafesino, después de asestarle al famoso italiano un par de izquierdas que minaron su integridad en esa vuelta, le arrojó como golpe culminante su demoledora derecha que derrumbó al ídolo en un rincón. Fue un cuadro patético que hasta movió a compasión.

Dos circunstancias importantes se rememoran hoy, a exactamente 45 años de ese combate: el nacimiento de una estrella argentina y el final de un Benvenutti que venía cargado de gloria y glamour y que parecía para muchos el eterno e invencible “Nino”.  Pero nada en la vida es para siempre. Tampoco lo fue para Monzón. Como suele suceder, la fama, la gloria, a veces no puede ser manejada por el hombre y aquel glorioso boxeador, nacido en San Javier, echó a andar por un camino equivocado acabando en un final por todos conocidos.

Tal vez deba decirse que con Monzón se acabó una zaga de grandes boxeadores argentinos tales como Pascualito Pérez, Nicolino Locche, Oscar Ringo Bonavena, Horacio Accavallo, Goyo Peralta, Víctor Galíndez, entre otros, sin dejar de recordar a nuestro rosarino, el querido Oscar “Chino” Pita, quien supo hacer vibrar los corazones en el legendario Estadio Norte de Rosario.

Carlos Duclos.