Este lunes inició en Reino Unido una prueba piloto para reducir la jornada laboral a cuatro días, sin afectar los salarios y manteniendo el 100% de productividad. El experimento se extenderá por seis meses y, de momento, es implementado por unas 70 empresas.

De esta manera, unos 3.300 empleados británicos comenzaran a tener una semana laboral de cuatro días, bajo el modelo 100:80:100, que propone un salario del 100%, con el 80% de días laborales y el 100% de productividad. Las 70 empresas que adhirieron a esta propuesta se dedican a diversos rubros: desde proveedores de servicios financieros hasta gastronómicos.

La iniciativa es impulsada por la campaña “4 Day Week Campaign” (Campaña de 4 días de trabajo por semana) y “4 Day Week Global” (Semana de cuatro días mundial), mientras que los resultados de la prueba piloto serán monitoreados por la Universidad de Oxford, junto con investigadores de la Universidad de Cambridge.

Los investigadores trabajarán con cada organización participante para medir el impacto en la productividad de la empresa y el bienestar de sus trabajadores, así como el impacto en el medio ambiente y la igualdad de género.

Las pruebas de semanas laborales de cuatro días respaldados por el gobierno también comenzarán a finales de este año en España y Escocia. Si bien ya hubo otras pruebas, la realizada en Reino Unido es la más grande hasta la fecha.

La profesora de sociología en el Boston College e investigadora principal del cambio, Juliet Schor, dialogó con el diario The Guardian y afirmó: “Analizaremos cómo responden los empleados a tener un día libre adicional, en términos de estrés y agotamiento, satisfacción laboral y personal, salud, sueño, uso de energía, viajes y muchos otros aspectos de la vida”.

“La semana de cuatro días -completó la especialista- generalmente se considera una política de triple dividendo: ayudar a los empleados, las empresas y el cambio climático. Nuestros esfuerzos de investigación profundizarán en todo esto”.

Por su parte, la Real Sociedad de Biología, que también participa del ensayo, afirmó que quiere dar a los trabajadores “más autonomía sobre su tiempo y sus pautas de trabajo”.

Además, se espera que una semana laboral más corta atraiga a nuevos empleados y ayude a retener a las personas que ya están trabajando. Esto podría ser una solución para generar mano de obra, en un momento donde el Reino Unido registra la tasa de desempleo más baja en casi 50 años, con más de un millón de puestos laborales vacantes.

En el caso de Reino Unido, los servicios -sector terciario que representa el 80% del PIB de este país- son la actividad más propicia para llevar adelante esta prueba. Sin embargo, en el caso del comercio minorista, las bebidas y la alimentación, el cambio en la jornada laboral sería un poco más complicado.

Los impulsores de una semana laboral de cuatro días aseguran que este cambio creará una fuerza laboral más feliz y tendrá un impacto positivo en la productividad comercial y la experiencia del cliente.