Las noticias en el mundo de la industria argentina no mejoran. En este caso, en la provincia de Buenos Aires se encuentra la localidad de Roque Pérez, que cuenta con un poco más de 10.000 habitantes. La procesadora avícola Criave se encargaba de brindar trabajo de forma directa o indirecta a 3.000 de ellos, pero esta semana quebró y la situación es grave.

Criave, en su momento estable, procesaba unos 100.000 pollos por día. Los aumentos de tarifa terminaron resultando un factor clave para el descenlace de la historia, ya que los dueños manifestaron no poder pagar la luz, el gas y los insumos para los animales, con lo que ese número se redujo hasta 40.000.

La situación fue cada vez más difícil de sostener, hasta que la quiebra resultó inevitable.

Actualmente, hay trabajadores que continúan pese a la quiebra, cobrando la mitad del salario. Según informó el intendente, Juan Carlos Gasparini, en la procesadora trabajaban de forma directa unas 500 pesonas y otras 2.500 indirectamente.

En sus mejores momentos, hace diez años, la empresa exportaba a Hong Kong y Rusia, generando trabajo para toda la localidad y dólares a la economía argentina. Hoy, las puertas están cada vez más cerradas.