Transportistas de mercadería y cereales adoptaron una serie de medidas para garantizar protocolos de higiene y así reducir las probabilidades de contagios por coronavirus (Covid-19) mientras realizan sus tareas.

El transporte de bienes de primera necesidad y de cereales fueron dos de las excepciones permitidas por el gobierno nacional mientras dure el período de cuarentena hasta el próximo 31 de marzo.

«La logística es fundamental para superar la crisis. Nuestro compromiso con el país es no dejar de abastecer los productos esenciales», aseguró hoy la Federación Argentina de Entidades de Transporte y Logística (Faetyl), en un comunicado en el que publicó su protocolo de prevención y seguridad para los trabajadores para casos de Covid-19.

El objetivo será «sostener la entrega de productos y servicios esenciales», como la recolección de residuos, transporte de caudales, distribución de alimentos y bebidas, y operaciones logísticas en general, aunque adoptando medidas especiales.

Para el caso, se le tomará la temperatura a todos los trabajadores al inicio de la jornada laboral y se proveerá a todas las unidades con alcohol en gel, barbijos y guantes de látex.

También se determinó que los conductores de camiones deban permanecer en las cabinas, durante todo el proceso de descarga y en el momento de bajar, mantener las distancias de seguridad.

Por su parte, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) también adoptó medidas tendientes a dar «mayores garantías para la continuidad de la producción y comercialización» de cereales con un sendo protocolo de «actuación en prevención y control de coronavirus».

El mismo incluye el refuerzo en la limpieza de los vehículos, la instrucción al personal para evitar contactos directos como saludos, una distancia mínima de 1,5 metros entre individuos y la organizaron de grupos de trabajos con la menor cantidad de personas posible por cada uno.

A su vez, a la hora de reducir las chances de contagio en la carga y descarga de cereales y/o granos, se otorgarán cupos en las terminales para evitar aglomeración de vehículos, se darán barbijos y guantes descartables a conductores y se lavarán los vehículos al regresar a su origen.

También habrá controles en los barcos, en cada industria participante del proceso y el licenciamiento a los colaboradores mayores de 60 años, así como las mujeres embarazadas y aquellas personas con enfermedades base como la diabetes, el asma y otras enfermedades cardiacas y respiratorias.