El Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), con un bloqueo que realizó a plantas de procesamiento en Puerto Madryn, ya provocó que se «tiraran a la basura 500.000 kilos de langostinos» que iban exportarse, denunciaron cámaras empresariales del sector.

Según las empresas, las autoridades del SOMU no muestran voluntad de negociar para solucionar el conflicto y evitar así mayores pérdidas económicas, en tanto advirtieron que «cientos de toneladas de pescado» están «a punto de desperdiciarse».

Mediante un comunicado difundido en las últimas horas, las cámaras empresariales indicaron que «la respuesta a la situación del langostino debe ser más diálogo, una mayor responsabilidad y compromiso, y no actitudes que intentan promover el caos social, desabastecimiento y alimento que se desperdicia». «Ya se bloquearon 34 camiones» y «500.000 kilos de langostino debieron tirarse a la basura», remarcaron.

Las cámaras de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CCAPECA), la Patagónica de Industrias Pesqueras (CCAPIP) y el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CCEPA) expresaron que «es falso lo que sostiene el gremio que las empresas estén proponiendo una baja del 40% del salario» y consignaron que «se propone un incremento que va del 5 al 10% con relación al salario cobrado en 2019».

También desmintieron que las compañías propongan pesificar los haberes: «La propuesta garantiza que el ingreso variable del trabajador pesquero siga atado al dólar», señalaron, y agregaron que lo que se pretende discutir es que se relacione con «un valor del langostino más en sintonía con los precios del mercado internacional» y no con valores «de hace 14 años».

«Frente a esta situación, el Gobierno nacional intentó establecer una mesa de diálogo, donde circularon distintas propuestas para evitar la profundización del conflicto y que se pierdan los 500 millones de dólares que ingresan al año por exportación de langostino», señaló el comunicado.

«Sin embargo, las autoridades del gremio respondieron con un paro general y ahora con (un) bloqueo a las plantas procesadoras» de Puerto Madryn, para impedir que camiones puedan ingresar a descargar langostinos, agregaron las cámaras empresariales.

El apuro por encontrar una solución se debe a que la temporada finaliza en octubre «y lo que no se pesque este año, no se pesca más», resaltaron.

«Salir a pescar en estas condiciones implica una pérdida de US$ 1.271 por tonelada. Las empresas corren riesgo de quebrar y de tener que bajar sus persianas, y los trabajadores de perder sus puestos de trabajo», advirtieron finalmente.