Trabajadores de la vinería Tinta Negra concurrieron a los Tribunales Provinciales a exigir que el dueño de la empresa se haga cargo y regularice la situación. Mientras tanto, 18 personas naufragan en la incertidumbre por el futuro de sus fuentes laborales. Intervino la Asociación de Empleados de Comercio.

«Recién hemos terminado de conversar con la jueza de la causa. Concretamente, tiene que ver con la presentación que ha hecho la empresa hace dos días de un pedido de quiebra. Esto es algo que nos da la razón a nosotros como sindicato. La empresa vino armando toda esta puesta en escena de ir vaciando el local y arteramente dejar a la gente en la calle de un día para otro», contó el secretario gremial de la Asociación Empleados de Comercio Rosario, Juan Gómez, en dialogo con Conclusión.

Desde el gremio se presentaron en el juzgado para ponerse a disposición como entidad sindical acompañando a los trabajadores en su justo reclamo. «De un día para otro se han quedado sin su puesto de trabajo, que hace más de diez años tienen en ese lugar, también resaltamos la responsabilidad que tiene este empresario Mariano Sebrié y llamamos a que se haga cargo de la deuda que tiene con todos los trabajadores», señaló en referente gremial.

Al ser consultado sobre las posibilidades que le abre el pedido de quiebra, Gómez indicó que «es una maniobra que es parte de todo el proceso de vaciamiento que realizó la empresa, que ha escondido la mercadería que tiene en distintos depósitos de la ciudad de Rosario. El juzgado ya está informado de esto por parte de nuestro gremio. Exigimos que se resguarde esa mercadería porque es el dinero que se le adeuda a los trabajadores. Esa es nuestra posición».

Por su parte, Julián, trabajador de Tinta Negra, contó a Conclusión que el día viernes fueron a su lugar de trabajo «como todos los días», pero se encontraron «con las puertas cerradas y los compañeros de la calle viendo a través de la vidriera lo poco que se podía ver: el local vacío, sin muebles. No había ningún cartel ni nadie que nos haya avisado de la situación».

Antecedentes

Anteriormente, la empresa tuvo otros inconvenientes similares. Tinta Negra antes era la reconocida vinería Barcelona, pero al tener problemas con la AFIP, decidió cerrar y cambiar de nombre. «Tiene grandes deudas con el Estado. Tiene esta forma de trabajar evadiendo», contaron.


Cual ladrones en la noche: Tinta Negra bajó sus persianas y «olvidó» avisarle a los empleados