Luego del conflicto con los empresarios Sergio Szpolski, ex candidato a intendente del Frente para la Victoria, y Matías Garfunkel, quienes dejaron de pagar los sueldos en diciembre del año pasado, los trabajadores de Tiempo Argentino relanzaron el diario este domingo.

La edición fue de 30.000 ejemplares y se distribuyó en la Capital Federal, Gran Buenos Aires y La Plata, con un costo de $ 30.

El título principal de Tiempo está dedicado a un informe especial con la situación laboral a partir del 10 de diciembre de 2015 y también pueden leerse entrevistas a Eugenio Zaffaroni, Lino Barañao, Axel Kicillof y Ricardo Alfonsín; como así también las columnas de opinión de Víctor Hugo Morales, Héctor Recalde y Néstor Pitrola, entre otros.

El diario se convirtió formalmente en una cooperativa el martes pasado, cuando se concretó el trámite ante el Instituto Nacional de Economía Social. La edición impresa será semanal, a diferencia del soporte web que tendrá una actualización diaria.

«Tuvimos que reinventarnos para generar nuestra propia empresa y ocuparnos de la administración, el contacto con los anunciantes, los distribuidores y los canillitas. Antes hacíamos sólo las notas, ahora somos empresarios y trabajadores», explicó a Télam Julia Izumi, editora de la sección Política. «Somos 125 periodistas, el diario tenía una tirada nacional que vamos a reconstruir», agregó por su parte Javier Borelli, presidente de la cooperativa Por Más Tiempo y editor en la sección Sociedad, «Esta es la primera empresa periodística recuperada con este alcance».

La historia de la recuperación de Tiempo Argentino comenzó en diciembre del año pasado cuando los dueños del Grupo 23, Matías Garfunkel y Sergio Spolsky, dejaron de pagar los sueldos. El equipo continuó con la publicación del diario, hasta que en febrero último los empresarios interrumpieron también los pagos a la imprenta. Desde principios de este año los empleados de Tiempo Argentino llevaron adelante una serie de movilizaciones al Ministerio de Trabajo y a las oficinas del Grupo 23, y diferentes actividades para recaudar fondos, que fueron destinados principalmente a ayudar a los trabajadores que tenían hijos.

Entre las actividades se destacó un festival realizado el 31 de enero en Parque Centenario, al que asistieron 25.000 personas y donde se presentaron músicos y bandas como el Chango Spasiuk, Acorazado Potemkin, Las Manos de Filippi y La Bersuit.

«El eje al principio era reclamar por los sueldos, que no cobramos durante tres meses y medio», comentó Borelli. La idea de volver a publicar el diario -explicó- surgió cuando los 35.000 ejemplares de la edición especial editada el 24 de marzo se agotaron en cinco horas. «Ese día la gente nos pagaba más de lo que valía, nos preguntaban cuándo salía otra vez y nos decían que se querían suscribir. A raíz de esta respuesta decidimos constituirnos como cooperativa», dijo. Precisó además que, con los fondos reunidos el 24 de marzo, se financió el relanzamiento del diario. Para el Día de la Memoria, que recuerda a las víctimas de la última dictadura, los trabajadores de Tiempo Argentino prepararon una edición especial que distribuyeron principalmente entre los asistentes a la movilización en Plaza de Mayo; por la demanda de la gente, se reimprimió y se siguió vendiendo en la sede del diario.

El diario se convirtió formalmente en una cooperativa este martes, cuando finalizaron los trámites ante el Instituto Nacional de Economía Social, que supervisó la elección de sus autoridades. Si bien ya habían adquirido alguna experiencia de autogestión en los meses anteriores, al conformar la cooperativa los periodistas debieron aprender sobre una serie de cuestiones relativas al manejo de una empresa, como la venta de espacios publicitarios y la presencia en el circuito de distribución.

«Cuando no hay un patrón, las responsabilidades son colectivas, no hay que cumplir con un tercero sino con tus compañeros, el trabajo de cada uno nos va a permitir llevar dinero casa», dijo Borelli.

Para aprender el funcionamiento de las áreas comerciales y administrativas, los trabajadores de Tiempo recibieron el apoyo de distintas redes de cooperativas que los capacitaron; «fueron muy solidarias», comentó Izumi.

La edición impresa de Tiempo Argentino será por el momento semanal y la versión web que se actualizará a diario estará disponible en unos 15 días. Los lectores ya pueden suscribirse y recibir el semanario o asociarse y acceder, además, a contenidos exclusivos vía internet.

En cuanto a la organización interna del diario, Izumi informó que «se mantendrá la estructura editorial» pero que ya no se verá reflejada en los salarios, que en principio estarán determinados «por dedicación horaria». La plantilla original del diario era de unos 170 empleados, de los cuales 125 decidieron conformar la cooperativa Por Más Tiempo, y el director seguirá siendo Gustavo Cirelli.

En cuanto al contenido, Izumi dijo que se mantendrán el «contrato de lectura original y la línea editorial, apuntando al mismo perfil de lector», que busca temas relacionados con derechos humanos, trabajo, los acontecimientos políticos y una mirada social de la realidad. También se seguirán publicando las entrevistas, un formato característico de este diario.

Desde los primeros días de enero, los trabajadores de Tiempo Argentino y Radio América hicieron movilizaciones para denunciar el «vaciamiento» de esos medios por parte de los dueños del Grupo 23, quienes no dieron una respuesta y alegaron que lo habían vendido a un empresario correntino que nunca se hizo cargo del diario.