SáBADO, 30 DE NOV

Tensión entre el gremio aceitero y agroexportadoras por la Ley Bases y el Paquete Fiscal

El titular de los aceiteros respondió a los dichos del presidente de Cámara de Industrias Aceiteras de la República Argentina al acusar que “CIARA jugó a la política y les salió mal, nuestro camino es seguir defendiendo al trabajador y el valor del trabajo”.

 

El titular del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros, Daniel Succi, salió al cruce de los dichos del presidente de Gustavo Idígoras, de la Cámara de Industrias Aceiteras de la República Argentina, quien se había quejado de los reclamos salariales y presiones sindicales del sector. El dirigente sindical acusó que “CIARA jugó a la política y les salió mal, nuestro camino es seguir defendiendo al trabajador y el valor del trabajo”. Además, ratificó que cuando el Senado trate la Ley de Base pararán de manera inmediata y efectiva las plantas aceiteras y desmotadoras.

Daniel Succi, agregó “quieren que los trabajadores retrocedamos 20 o 30 años para volver a tener distintos encuadramientos”. Además, aseguró que las empresas jugaron mal y “con el RIGI van a tener que seguir pagando, mientras que las empresas que lleguen no van a pagar un solo peso”, refiriéndose a las exportadoras.

Además, el presidente de la Cámara de Industrias Aceiteras de la República Argentina (CIARA), Gustavo Idígoras, apuntó contra el gremio como una de las variables de presión para la industria del sector que, según el dirigente empresarial, tiene un “futuro negro”.

“Se plantean exigencias salariales como si estuviéramos en Disney, el futuro es negro”, dijo el representante de las empresas agroesportadoras del país, a lo que Succi respondió que el sector empresarial está desilusionado por la apuesta política que hizo con Javier Milei.

En este marco, lo concreto es que la región del Gran Rosario recibe actualmente menos de 10 mil camiones diarios para los 17 puertos del cluster agroexportador, lo que demuestra el poco entusiasmo de entregar semillas al tipo de cambio actual, a la espera de un repunte de la cotización internacional o para seguir empujando a una devaluación de la moneda local.

“Yo le preguntaría a Gustavo Idígoras qué pasa ¿Ellos no quieren comprar la semilla o no se la quieren vender?” y remarcó: “me molesta que le echen la culpa a la presión sindical que tienen, porque nosotros estamos defendiendo lo nuestro. Me molesta y no me gusta que me agarren para la joda”. 

 

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