Desde el domingo que los taxistas son protagonistas de los titulares de los diarios. Esta vez, no por paros ni aumento de tarifas sino por una situación novelesca que se desencadenó por una accidente automovilístico y terminó con el secretario general del Sindicato, Horacio Boix, suspendido por 45 días por malversación de fondos. En este marco, los peones de taxis decidieron pasar la noche del lunes, en la puerta del gremio de calle Salta al 2800 por miedo a posibles incidentes y con el objetivo de «custodiar y cuidar su patrimonio».

El secretario adjunto y quien está a cargo por el momento, Horacio Gianotti, contó que pasaron la noche en la puerta del Sindicato para «cuidar la fuente de trabajo» y agregó que están acompañados por un patrullero «que les mandó el Ministro Maximiliano Pullaro» por si alguien quisiera ingresar por la fuerza.

El dirigente aclaró que el gremio funciona de manera normal de 9 a 17. Respecto a la situación de Boix, Gianotti fue contundente y sostuvo «que si tiene dignidad, tendría que renunciar».

Tras el choque de este fin de semana se conoció que el dirigente del gremio el jueves pasado había sido suspendido del cargo por sospechas de malversación de fondos. De acuerdo a los primeros indicios de la investigación, el desfalco habría sido de entre 250 y 300 mil pesos mensuales durante este 2019.

Todo comenzó cuando el tesorero del gremio realizó reclamos concernientes a faltantes económicos. A raíz de esta situación, el secretario general apartó al tesorero y comenzó a manejar él la caja del gremio, según cuenta Gianotti. “A partir de ahí el secretario general también conducía la tesorería y empezamos a ver que había falencias importantes. Eso nos llevó a unirnos (la Comisión) a votar por la suspensión del secretario general”, agregó a Conclusión.

El gremio entonces realizó una denuncia contra Boix, que derivó en una auditoría al sindicato. Este lunes el fiscal y una escribana visitaron la sede de calle Salta. De ese procedimiento la justicia se llevó documentación. Y la policía vigila atentamente la puerta de la dependencia sindical.

Además desde el gremio afirman que tienen “temor a represalias y a la violencia”. “Podría pasar alguna intimidación de gente que todavía apoya a Boix”, dice el adjunto.

“El nivel de vida que llevaba el secretario general no era acorde al de un taxista promedio, una actividad en la que muchos están en el nivel de pobreza”, denunció.

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El Audi A7 es propiedad del sindicato, aunque solamente lo usaba Boix, quien según el adjunto tenía otros autos particulares. Yanotti da cuenta de que en tres años se compraron tres Audis. “Se chocaba uno, el seguro le daba el dinero por destrucción total y se compraba otro”. El pretexto por parte del secretario general para la compra de los autos era la “capitalización” del valor del vehículo.

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Pero “la comisión se cansó de esta situación y tomamos esta determinación”. La determinación fue separar del cargo a Boix por 45 días.

Con respecto a la continuidad institucional del sindicato, comentan que se cumplirá lo que queda del mandato y en tres años se llamará a elecciones.

“Esta es una situación muy desagradable. Es lamentable que estemos hablando de ellos. Estamos muy apenados. “Queremos un cambio en el sindicato para generar nuevas cosas para los trabajadores. Queremos que el sindicato de peones sea un ejemplo como entidad sindical. A los peones les decimos que crean en nosotros, que nos apoyen, que se acerquen, que es la casa de ellos”, subrayó Gianotti.