Los taxistas de la ciudad se movilizaron este jueves hasta las puertas del Concejo Municipal de Rosario para pedir que se trate y apruebe un aumento de tarifa. Desde el sector argumentan que la situación económica que atraviesan «es terminal». También reclaman medidas que pongan límites a las aplicaciones y remises ilegales.

La concentración de choferes tuvo lugar en Oroño y Cochabamba para marchar minutos más tarde hacia el Palacio Vasallo y exigir la pronta aprobación del incremento tarifario.

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«Se pidió un aumento de alrededor de 35 por ciento y seguramente nos van a dar el 33 o el 29, pero queremos que nos den algo. Hoy lo necesitamos sí o sí», señaló Rodolfo Perrone, de la Asociación de Titulares de Taxis y Remises (Attyr), en declaraciones a Conclusión.

Al momento de referirse al nivel de actividad del sector, el gremialista advirtió que la situación económica que atraviesan «es desastrosa, prácticamente terminal». 

«Tenemos compañeros que tienen los autos rotos y no los pueden arreglar porque no tienen fondos para hacerlo. Se pierden fuentes de trabajo que no se reemplazan. Todo eso está dañando fuertemente al sistema», apuntó.

Ante este escenario de baja demanda, los taxistas entienden que es urgente aplicar medidas que ataquen la competencia desleal en el sector. Por eso exigen al Concejo y al Poder Ejecutivo municipal que ejecuten políticas «serias y directas en contra de las aplicaciones y los remises ilegales, que nos están matando», puntualizó Perrone.

Desde el Sindicato de Peones de Taxis, con su secretario general Horacio Yannotti a la cabeza, expresaron que acompañan ambos reclamos, incluso recordaron que el SPT es uno de los firmantes del pedido de incremento de tarifa, pero por cuestiones sanitarias y en pleno pico de contagios del virus Covid 19 se abstuvieron de participar de la marcha.

Alberto Monti, taxista independiente que también dialogó con Conclusión este jueves, fue otro de los que marchó hasta el edificio del cuerpo legislativo local para pedir un mayor compromiso con el sector.

Monti recordó que la semana pasada participó de una reunión con la concejala (Fernanda) Gigliani, donde le pidieron «dejar de pagar la renovación del carnet por dos años, ya que hoy está saliendo 2.300 pesos» y «así como están trabajando los choferes, eso no se puede pagar».

«En el tema de radiotaxis pedimos la derogación de la obligatoriedad, porque estamos pagando 1.000 pesos por semana», agregó a la enumeración de reclamos.

Los gremios que nuclean a titulares y peones de taxis presentaron a comienzos de octubre ante el Concejo Municipal un pedido de aumento de la tarifa de un 30%. En caso de aprobarse, la bajada de bandera pasaría a estar en 81 pesos.