Las empresas que están sufriendo la crisis económica generada por la paralización de actividades por la cuarentena obligatoria, están analizando la manera en que podrán salir de esta situación, e incluso algunas ya están poniendo en marcha acciones.

Una es firma automotriz Renault, que llegó a un acuerdo con el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata). Entre ambos arreglaron que cuando la fábrica de Santa Isabel se pueda reabrir, no haya despidos ni recortes de personal.

Sin embargo, el gremio debió aceptar que quienes queden suspendidos hasta que se normalice la producción, cobrarán el 60% del salario normal, en vez del 75% como es lo usual en estos casos.

El acuerdo, en primer término, contempla que cuando retomen la actividad normal, los trabajadores se organizarán en dos turnos de seis horas.

«Veníamos con un turno de ocho. Las dos horas y media que faltarán (contemplando el espacio de receso) se pagarán al 50 por ciento», señaló el secretario del Smata en Córdoba, Antonio Quintana.

Este cambio se aplicará cuando la fábrica comience de nuevo a ensamblar vehículos.

El acuerdo incluye tanto a los empleados de la fábrica de Santa Isabel, como también a los de la planta de fundición de aluminio ubicada en barrio Los Boulevares.

Además, el 31 de marzo pasado vencían los contratos de 450 trabajadores contratados, los que fueron prorrogados por seis meses.Ese mismo día vencía el acuerdo que Renault y Smata hicieron en mayo del año pasado, para garantizar la estabilidad laboral de los 1.500 operarios que tiene la empresa en Córdoba, y que implicó una reducción del 70 por ciento en los salarios.

Según Quintana, este nuevo acuerdo implica también garantizar la estabilidad laboral de los operarios hasta el 31 de enero de 2021. Este punto no fue ratificado por la compañía.