La tradicional fábrica de porcelanas Verbano volverá a producir a partir de este lunes, luego de que un inversor rosarino decidiera hacerse cargo de la planta de Capitán Bermúdez, que estaba parada desde el comienzo de la pandemia de coronavirus.

Así, los 120 empleados de la firma Faiart Argentina, la ex Cerámica Verbano y última del rubro que queda en el país, retomarán sus actividades superando así un panorama de incertidumbre cuando los dueños portugueses decidieron abrirse.

«La noticia la tomamos bien porque se abre una perspectiva a futuro que no teníamos hace un mes. Estamos esperanzados por ese lado y ocupados en trasladar todas las cuestiones que los trabajadores delegaron para llegar hasta acá», dijo a Conclusión el secretario general del gremio ceramista de la ciudad santafesina, Juan Moreyra.

Al ser consultado en detalle por esas cuestiones, respondió que «principalmente lo salarial, porque hace desde el año pasado que no se discute. Al mismo nivel otras cuestiones importantes en este contexto como la seguridad e higiene».

Sobre la situación de Verbano, el referente gremial contó que «es la única fábrica del país en hacer porcelana de esta calidad, porque hay otras parecidas que son lozas, que a los ojos son iguales pero no es lo mismo. La planta se encontraba cerrada con todos los trabajadores afuera, sin producir, y la dueña con la decisión de vender o encontrar un socio».

«Teníamos una sensación de incertidumbre por no saber cómo se resolvería la cuestión. Ahora apareció un empresario de Rosario que todavía no tuvimos el gusto de conocer, el martes se va a estar presentando en nuestro sindicato. Si alguien decide apostar a la empresa, tenemos esperanzas con respecto a las perspectivas del mercado», sumó.

Por último, Moreyra reconoció que «no va a ser fácil salir de la crisis generada a partir de la pandemia, no solo para nosotros sino para ninguna industria». No obstante, lo concreto es que desde este lunes, los trabajadores podrán volver a esmaltar en la empresa.

Una interiorización de la empresa

En la misma línea, la delegada gremial Carina Mugracci apuntó que «el inversor puso un buen capital de dinero apostando a modernizar la empresa, pero lo primero que regularizó fue la situación de los trabajadores, tanto en salarios como aportes sociales que se debían».

Es que los 120 empleados venían de cuatro años «cobrando de forma desregulada y en cuotas, hasta que la pandemia agravó las cosas y tuvimos que sostenernos con los subsidios estatales. Marzo lo terminamos de cobrar después de seis cuotas a mediados de mayo».

«Las deudas se fueron acumulando, empezamos a trabajar por turnos, lo único que nos quedaba hasta antes de que aparezca el inversor era el aguinaldo y la mitad de julio, algo que ya fue regularizado para volver a abrir las puertas», añadió la delegada.

Y opinó sobre las expectativas del mercado: «Esta persona hizo un estudio profundo de mercado y vio un buen potencial en la empresa al ser la única del país haciendo porcelana. Vino con buenas ideas de modernizar la empresa, desarrollar la línea comercial y exportar».

«El empresario toma la gerencia desde ahora hasta diciembre de 2021, fecha en que decidirá si finalmente le compra la empresa a la dueña portuguesa o sigue como accionista. Durante la semana vamos a tener su presentación oficial», concluyó Mugracci.