El secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra afirmó que «fue una provocación» la oferta salarial del 20 por ciento de aumento por parte del sector empresario, al ratificar hoy el paro nacional de los petroleros a partir de las 20 del domingo por el término de 48 horas.

En conferencia de prensa, brindada este mediodía en la sede gremial de Neuquén, Pereyra informó que la conciliación obligatoria dictada por el ministerio de Trabajo culminó anoche y precisó que «en la reunión que mantuvimos ayer recién hacen una oferta del 20% que es una provocación después de habernos tenido tres meses dando vueltas».

«Es un 20 por ciento por un año y la verdad no los escuché bien pero dijeron el 10% ahora, el 5 en noviembre y un 5 en marzo o abril (2017)», explicó

El titular del sindicato Petrolero y senador Nacional del Movimiento Popular Neuquino, sostuvo que «nosotros no vamos a discutir nada que vaya más allá del 31 de diciembre, lo habíamos anticipado y nosotros tenemos un pedido del 40 por ciento al que ni se acercaron siquiera y ni merece contemplar todo esto».

Pereyra rodeado de delegados de yacimientos de la región, afirmó que «con esto lo que lograron es que todos estemos juntos, a pesar de las diferencias que tenemos los distintos sindicatos del país».

Precisó que «hemos lanzado un paro general de actividades por 48 horas a partir de las 20 horas del domingo y quiero aclarar que no va a quedar absolutamente nadie de los trabajadores que representamos en los equipos».

Al evaluar las consecuencias de una medida de esta naturaleza, Pereyra afirmó que «si falta producción de gas, de petróleo, las empresas son las responsables, no nosotros».

Advirtió que «el paro de 48 horas es la primera medida de un plan de lucha que hemos lanzado y que seguramente la próxima semana si no tenemos respuestas se va a profundizar en todo el país».

GAS Y COMBUSTIBLE

En caso de que la protesta no se destrabe, el abastecimiento de gas en los domicilios podría ser un gran inconveniente en todo el país. Ni la importación de gas desde Chile alcanzaría y en poco más de 24 horas miles de hogares podrían quedarse sin calefacción.

En el combustible la situación podría ser similar, aunque no de la gravedad que significa la falta de gas. Incluso cortar el gas requiere, para una posterior habilitación del sistema, un exhaustivo control de cada instalación domiciliaria lo que podría ser gran problema logístico.