El Sindicato del Petróleo y Gas Privado del Chubut anunció hoy que se sumará a la huelga nacional convocada por la CGT para el 6 de abril próximo y alertó que unos 2.550 trabajadores podrían ser despedidos en las próximas semanas si no se anuncian nuevas inversiones hidrocarburíferas en la provincia.

La advertencia fue expresada por el secretario adjunto del gremio petrolero, Carlos Gómez, al dar precisiones sobre las gestiones que lleva adelante el sindicato ante los gobiernos nacional y provincial y las empresas.

El miércoles se desarrollará una nueva reunión de de la Mesa Chubut de Energía, de la que participan el gobernador Mario Das Neves y el ministro de Energía y Minería de la Nación, Juan José Aranguren.

La clave está en el precio del barril: el Gobierno nacional fijó en 47 dólares el piso para el petróleo Escalante de Chubut y en 55 dólares el mínimo asegurado para el Medanito de Neuquén, lo que podría llevar más inversiones a esta segunda provincia.

Ante ese escenario, los integrantes de la mesa deberán buscar un acuerdo que garantice inversiones, puesta en marcha de equipos de producción y el mantenimiento de los puestos de trabajo en la Cuenca del Golfo San Jorge, en el Chubut.

Gómez consideró que la próxima reunión «seguramente será definitoria» y recordó el ultimátum para la paz social de los operarios: «Hay un plazo que resolvió la Comisión Directiva del cuerpo de delegados del sindicato que vence el 30 de marzo».

El sindicalista dijo en declaraciones a Radio Del Mar que «hasta hoy no hay ningún tipo de incentivo, ni precio diferenciado para el petróleo ni para el gas del Chubut», lo que podría poner en jaque las inversiones.

«Neuquén tiene el precio del crudo con ocho dólares de diferencia con respecto al Escalante. Y a Chubut lo único que le ofrecen es flexibilización laboral y el despedido de 2.550 trabajadores», se quejó Gómez.

El dirigente advirtió que «si no se cierra el precio del gas, PAE ya anticipó que bajará seis equipos y que se arreglen los gobiernos, nacional, provincial y municipal, con las consecuencias y el problema social que genera la desocupación masiva».

Gómez insistió con que «el plenario ha sido claro y a partir del 30 de marzo habrá un plan de acción gremial, presión permanente, movilizaciones y resolución de medidas de acción directa» si antes no llegan anuncios.

«La primera señal clara contra esta política energética va a ser adherir al paro que ha impulsado a nivel nacional la CGT», sostuvo el sindicalista al referirse a la medida de fuerza anunciada por la central obrera para el 6 de marzo.