Los trabajadores de Iosfa, la obra social de las Fuerzas de Seguridad, realizaron un paro este miércoles para reclamar salarios dignos y visibilizar la precarización y el vaciamiento del sistema de seguridad social.

Durante la huelga, que se llevó a cabo en todo el país, los empleados cortaron la calle frente a la sede de la obra social -ubicada en Paso al 551, en la ciudad de Buenos Aires- para denunciar la problemática por la que atraviesan.

Alejandro Nayen, delegado gremial en el Instituto, explicó que las autoridades del organismo «se niegan a otorgar una mejora salarial, aunque conocen que el ingreso se ubica por debajo del valor de la canasta básica y la situación laboral es precaria», y afirmó que hay trabajadores con más de 16 años que continúan con contrato anual.

El Iosfa es la tercer obra social más grande del país, tiene 600 mil afiliados y 14.700 adherentes, quienes abonan un promedio de 3 mil pesos mensuales, lo que implica que solo con «esos adherentes el Instituto gana 44 millones de pesos, mientras los salarios promedio oscilan entre los 13 y 30 mil pesos para los empleados que allí trabajan».

Nayen indicó que ese ingreso es percibido por unos 3.600 agentes estatales, en tanto «unos 50 funcionarios de la Iosfa cobran entre 80 y 220 mil pesos», y alertó que «la única propuesta para mejorar los ingresos pasa por el despido de la mitad del personal».

Entre los reclamos, se encuentra el pago de una suma fija para todo el personal, además del abono de tramos y grados adeudados. Además, se pide el pase a planta de todo el personal contratado, apertura de concursos e igualdad de trato.

La medida de fuerza busca visibilizar las denuncias por la falta de farmacias propias y el cierre de los centros regionales de auditoria y también incluye el pedido de que cese la violencia laboral y la persecución gremial.