Representes gremiales de Amsafe y Sadop se reunieron este jueves para evaluar el plan de lucha que llevarán adelante los docentes públicos y privados de la provincia ante la falta de respuestas concretas a sus reclamos. Desde el sector vienen exigiendo desde hace meses una negociación paritaria en la que se discuta una justa recomposición salarial y la posible vuelta a las aulas de manera presencial.

El descontento de los docentes ante la falta de reconocimiento a las labores realizadas durante la pandemia se profundizó con los últimos anuncios del Gobierno provincial. El bono de 3.000 pesos, una suma en negro, no remunerativa, fue -dicen los trabajadores de la educación- «apagar un incendio con fuego».

A la par de estas políticas, la ministra de Educación provincial, Adriana Cantero, manifestó días atrás que «la negociación paritaria sigue abierta», pero el secretario general de Sadop, Martín Lucero, fue contundente: «La paritaria en Santa Fe es una invitación a cenar en donde te ponen el plato, pero no la comida».

«Hacer paritaria y no tener propuesta salarial o decir que las mismas se van a imponer por decreto es lo mismo que nada. La paritaria por sentido propio tiene que tener discusión y posibilidad de acuerdo. En nuestro caso generalmente es una propuesta que se termina debatiendo con los compañeros y las compañeras en las escuelas. Tener una paritaria abierta por el solo hecho de reunirse no es tenerla abierta», manifestó el representante gremial de los docentes privados ante Conclusión.

Al mismo tiempo, el Lucero expuso que las demandas están sobre la mesa desde hace tiempo, razón -a su entender- agrava la postura de las autoridades.

«En ese sentido, el Gobierno ha pecado de no conocer la situación y, especialmente, no escuchar a los sindicatos que desde principio de año venimos planteando la continuidad de la cláusula gatillo y la recomposición salarial. Le dijimos que la política del bono y la suma fija iba a terminar mal. Esto es lo que sucede cuando no se escucha la voz de los trabajadores y las trabajadoras», indicó.

Al momento de señalar cuáles son las medidas de fuerza que están evaluando implementar ante la falta de respuestas a sus reclamos, los docentes apuntaron a este medio que tienen votado un plan de lucha con paros rotativos de 48 horas.

«Es con el mandato de hacerlo en coincidencia con los demás gremios docentes, así que lo estaremos conversando con los compañeros de Amsafe, y así coordinar las medidas que vienen a futuro», anticipó Lucero.

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Por su parte, la secretaria general de Amsafe, Sonia Alessó, expresó ante Conclusión que la actualidad de las negociaciones expone a los docentes a situaciones de precariedad y una exigencia desmedida.

«Es un tema preocupante porque el incumplimiento lleva a una rebaja salarial. Los docentes no tuvimos aumento, la última paritaria fue en el 2019. El Gobierno habla de la situación financiera, pero en algunas provincias, en las que también están afectados por la pandemia, ha habido aumento para los docentes y en la provincia de Santa Fe no», resaltó.

Y destacó: «No es solamente un problema de caja, tiene que haber una decisión política la de fortalecer la salud y la educación. El Gobierno está incumpliendo eso». 

Vuelta a clases presenciales

Desde el sector también advirtieron que las condiciones para la vuelta a clases presenciales no están dadas, ya que la exposición al contagio de covid-19 en los establecimientos tampoco ha sido discutida con los representantes de los docentes, quienes recorren a diario los establecimientos educativos y conocen las posibilidades edilicias de cada institución.

«No vamos a volver a poner el pie en ningún colegio mientras no esté garantizada la situación sanitaria. Eso lo tienen que determinar las autoridades sanitarias, no justificamos ni entendemos que haya apuro por volver a una presencialidad que ponga en riesgo la salud de toda la comunidad que trabaja con esa escuela», enfatizó Lucero.

Para los representantes de Amsafe y Sadop, las autoridades buscan una pronta vuelta a clases presenciales porque ha quedado expuesto la falta de eficiencia estatal al momento de achicar la brecha digital entre los sectores de la población que acceden a dispositivos tecnológicos y conexión y aquellas que no.

«Los docentes han puesto su dinero al servicio de sostener la educación mediante computadoras, comunicación y todo lo demás. No ha habido un reconocimiento de eso. Al mismo tienen que atender la dolorosa situación de sus propias familias, porque hay casos de grupos familiares de cuatro integrantes y cuentan con una sola computadora y un par de celulares. Ese gasto, que es muy importante, no ha sido reconocido», advirtió Alesso. 

Y agregó: «La conectividad y la provisión de computadoras debería ser esencial en este contexto por si la pandemia sigue. La brecha digital pasa a ser un tema fundamental para los sectores populares».