La conocida cadena de electrodomésticos Musimundo incumplió con el pago de las indemnizaciones de siete trabajadores despedidos el mes pasado de una sucursal de Olavarría. El Tribunal de Trabajo Nº 2 de esa localidad autorizó el embargo de electrodomésticos del local. Ante la presencia de personal del Ministerio de Justicia de la provincia se realizó el retiro de la mercadería el martes pasado. Musimundo atraviesa una severa crisis que derivó en el cierre de unos 50 locales en el último año, 11 de los cuales estaban en la provincia de Buenos Aires.

La crítica situación económica de la empresa Musimundo no se revierte. En abril cerraron las sucursales de las ciudades de Santa Fe, San Juan y Bariloche, en mayo bajó la persiana el local porteño ubicado en Cabildo y La Pampa. Además, cerraron locales en Olavarría, Mar del Plata, Tres Arroyos, Necochea y La Plata.

La firma chaqueña Carsa, una de las dueñas de la cadena, se presentó a concurso en junio de 2018 y dos meses después comunicó la salida del concurso a partir de un acuerdo con sus acreedores. “En el último trimestre del ejercicio 2018 la compañía afrontó costos de reestructuración operativa por 318 millones de pesos. Estos incluyeron indemnizaciones, penalidades por baja de contratos, aumento de incobrables, entre otros. Durante el año 2018 el Flujo Generado por las Operaciones (FGO) fue negativo por 91 millones de pesos, que compara negativamente con un FGO de 37 millones de pesos en el ejercicio 2017”, detalló el informe de la calificadora de riesgo Fix en enero de este año.

“La reestructuración con proveedores, por la refinanciación de 456 millones de pesos, permitió revertir el Flujo de Caja Operativo (FCO) que alcanzó los 313 millones de pesos. Hacia adelante Fix espera que la compañía presente una generación de flujo operacional positiva con elevadas necesidades de capital de trabajo”, agregó el informe.

No obstante, el acceso a capital de trabajo no resultó fácil durante este año. La caída de la demanda complicó todavía más la situación y Carsa no pudo pagar los intereses de su deuda en mayo y agosto. A fines de mayo la firma explicó a la bolsa que no podría efectuar el pago de las Obligaciones Negociables Serie VIII y IX clase B debido a una caída en la venta de productos motivada por la falta de abastecimiento por parte de proveedores clave. La firma agregó también a las causas “retenciones injustificadas de AGIP y ARBA, sobretasas de interés en fideicomisos y ON y gastos de sellados y seguros de caución no cobrados”. En agosto, por su parte, la situación se repitió y la firma reiteró los mismos argumentos.