Las peticiones semanales de subsidio por desempleo alcanzaron los 4.427.000 solicitudes en los Estados Unidos hasta el 18 de abril pasado, lo cual eleva a 26,7 millones la cantidad de personas que se encuentran desempleadas en las últimas seis semanas, desde el momento en que se desató el brote de coronavirus en el país del Norte.

El Departamento de Trabajo de ese país, luego de revisar las cifras de la semana anterior, sostuvo que habían alcanzado 5.237.000 solicitudes, lo que supone una reducción de 810.000 personas que se acercaron a pedir el subsidio por desocupación.

Los 4.427.000 solicitudes representan una baja de casi 2.200.000 personas que se presentaron para recibir la asistencia financiera, desde el pico máximo alcanzado a mediados de marzo cuando acudieron 6.600.000 personas.

El Departamento de Trabajo explicó que «el virus Covid-19 sigue impactando el número de peticiones de subsidio de desempleo».

A principios de mes, el Gobierno estadounidense informó que la tasa de desempleo se elevó en nueve décimas en marzo, hasta alcanzar el 4,4%, al tiempo que se destruyeron 701.000 empleos. Los datos, sin embargo, no se corresponden con la totalidad del empleo destruido en el tercer mes del año, ya que la oficina sólo recopiló datos entre el 8 y el 14 del mes, como hace habitualmente.

El dato final se conocerá el 8 de mayo, cuando salgan los datos de la desocupación de abril y se corrijan los de marzo.

Los 26,7 millones de personas que solicitaron el subsidio representan el 16.2% de la fuerza laboral.

La tasa de desempleo no encuentra registros similares desde la Gran Depresión.

La economía estadounidense generó 22 millones de empleos durante el auge del empleo que comenzó en septiembre de 2010 y terminó abruptamente en febrero de este año cuando se empezaron a tomar las medidas de confinamiento.

El desempleo ha desatado en el país un profundo debate sobre la posibilidad de flexibilizar las medidas de restricción sanitarias, para permitir que miles de trabajadores puedan volver a sus actividades.

Un puñado de estados liderados por gobernadores republicanos están reabriendo sus economías, a pesar de las advertencias de los expertos en salud sobre un posible nuevo aumento de infecciones, al tiempo que algunos también advierten que no hay garantía de que los estadounidenses se sientan seguros.

Los expertos prevén una tasa de desempleo cercana al 20% en abril, cuando en febrero llegó a un mínimo histórico del 3,5%.

En muchos de los estados que conforman la unión, se ha confirmado un descenso en los números, pero algunos analistas advierten de un posible repunte en semanas venideras debido a dos factores: los empleados despedidos que aún no han podido solicitar el subsidio por el colapso del sistema, y las solicitudes de trabajadores autónomos que ahora tienen derecho al subsidio al amparo del paquete de estímulo aprobado por el Congreso.

El Capitolio sancionó hoy un nuevo programa de ayuda financiera por unos 484 mil millones de dólares que contempla no sólo asistencia financiera a pequeñas empresas por 320.000 millones de dólares, otros 60.000 millones de dólares para ayuda inmediata sino también unos 75.000 millones de dólares para insumos en hospitales y otros 25.000 millones de dólares sólo para hacer los test para detectar el virus Covid-19.