Los trabajadores portuarios, marítimos y de la industria naval de Argentina cesaron sus actividades este 21 de abril, por 24 horas, debido “a las demoras y procedimientos burocráticos que hay alrededor de las licitaciones del puerto metropolitano y del sistema de navegación troncal”.

A través de un comunicado, el Consejo Directivo de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (Fempinra), detalló las razones por las cuales decidieron el cese de actividades en las terminales portuarias y en el corredor fluvio-marítimo de exportación.

“Desde abril del año pasado, cuando finalizó la concesión a cargo de Hidrovía S.A. se fueron tomando decisiones que lamentablemente crearon un verdadero pantano en la adjudicación de la principal ruta de navegación”, expusieron.

Enseguida agregaron que “en octubre se devolvieron los equipos a la Sub Secretaría de Puertos  y Vías Navegables, entre ellos un balizador que permanece inactivo, culpa de la falta de gestión y coordinación con la cancillería, área de la cual depende la CARU (Comisión Administrativa del Río Uruguay)”.

Más adelante, la Fempinra indicó: “Si no podemos poner en marcha un balizador estatal en un río fronterizo con bandera nacional, ¿cómo vamos a resolver el dragado de la hidrovía?

Finalmente, subrayaron que “el panorama de las terminales portuarias no es el mejor” después de que se le haya exigido al ministro de Transporte, Alexis Guerrera, “la eliminación del decreto 870/2018 y la plena transferencia de todos los portuarios a las empresas futuras, estén o no en planta permanente”.

En tal sentido, señalaron que “allí también las idas y vueltas desataron una puja interempresaria todavía inconclusa”.

Dragado y Balizamiento de Rosario dijo lo suyo

Bajo la consigna ¡Así no va!, el Sindicato de Dragado y Balizamiento de Rosario expuso “la indiferencia total de las autoridades ante el peligro inminente del hundimiento de la flota estatal”.

“La falta de motivación del personal embarcado estatal surge de la inacción de los funcionarios que no resuelven encarar una política concreta”, añadieron desde el gremio rosarino para subrayar también que entre otras razones, también están desalentados por “los magros salarios que en promedio no superan los $ 70.000, es decir que no llegan a cubrir el costo de la canasta básica”.