Las cinco centrales obreras confluirán por primera vez el próximo viernes 29 de abril cuando concentren por el Día del Trabajador, en una convocatoria que tiene como telón de fondo un fuerte descontento por los despidos y la inflación.

La cita será a las 15:00 frente al Monumento al Trabajo, en la intersección de las avenidas Independencia y Paseo Colón, y pondrá en escena a la primera manifestación del movimiento obrero contra las políticas del gobierno nacional, si bien, por lo pronto, la convocatoria no será acompañada por una jornada de paro.

La CGT Azopardo de Hugo Moyano, la CGT Alsina de Antonio Caló, la Azul y Blanca de Luis Barrionuevo, la CTA de los Trabajadores de Hugo Yasky y la CTA Autónoma de Pablo Micheli pulen por estas horas los detalles de la movilización, que tendrá como consignas centrales el freno a los despidos y a la inflación, la eliminación del impuesto a las Ganancias, y la actualización y universalización de las jubilaciones.

La relación entre el presidente Mauricio Macri y el sindicalismo sumó un nuevo desencuentro la semana pasada cuando trascendió que la ley antidespido, proyecto que impulsa casi todo el arco opositor para frenar las desvinculaciones en serie tanto en el sector público como en el privado, sería vetada por el mandatario.

En declaraciones a la prensa, Moyano señaló el sábado que un veto a la mencionada ley sería «un golpe y un error muy grande» por parte del Gobierno, y avisó que «seguramente el conjunto de los trabajadores no lo va aceptar de ninguna manera».

El 13 de abril, Macri recibió en Olivos a la primera plana de las centrales sindicales y les garantizó una serie de concesiones que logró bajarle el tono a la conflictividad en ascenso por la situación económica.

En aquella oportunidad, el líder del PRO confirmó a los jefes sindicales un desembolso extra de 2700 millones para las obras sociales de los gremios y lugares en el directorio del PAMI para representantes sindicales, lo cual habría desactivado la idea de un paro general para el 29 de abril.

Sin embargo, la presencia en la calle de sindicalistas de las cinco centrales no deja de ser una señal de alarma a futuro, en el marco de un conflicto que podría escalar si la ley antidespidos es impugnada por el veto presidencial.

«El Frente para la Victoria se solidariza con los reclamos y va a participar del 29 de abril en la convocatoria de las cinco centrales sindicales», remarcó en diálogo con NA el jefe de bloque del FpV-PJ en la Cámara de Diputados.

Tras destacar que la principal consigna de la movilización apunta a que «paren con los despidos y las cesantías», el diputado kirchnerista aseguró que la concentración unificada es una respuesta a un «programa económico que está dirigido a los ricos y no a proteger a los sectores más vulnerables».

El Frente de Izquierda, por su parte, no logró aunar una posición común y realizará distintas convocatorias por el Día del Trabajador.

El PTS se concentrará el próximo sábado 30 de abril a las 16  frente a la embajada de Brasil para repudiar «el golpe institucional» en ese país, mientras que el Partido Obrero e Izquierda Socialista llaman a movilizar el domingo 1 de mayo en Plaza de Mayo.