La industria extractiva no sólo paga los mejores sueldos del país, con un promedio en términos brutos de casi $ 103.000 mensuales, sino que también será el sector que más le subirá los salarios a su personal fuera de convenio.

El salario promedio dentro del sector privado argentino cerró el año pasado en $ 35.063 antes de los descuentos impositivos, más el proporcional del aguinaldo. Así lo informó la Secretaría de Empleo de la Nación, que aclaró que esa cifra disminuye hasta los $ 28.652 cuando se despeja del cálculo el efecto de la gran disparidad existente entre los extremos de la escala laboral.

Impulsada fundamentalmente por el desarrollo de Vaca Muerta, en la Cuenca Neuquina, la industria extractiva lidera cómodamente el listado, con ingresos brutos por $ 102.953 mensuales. En un segundo casillero se ubican la pesca (con $ 84.242), el sistema bancario ($ 74.929) y el suministro de electricidad, gas y agua ($ 69.973).

Gracias a la activación en algunos segmentos productivos de la denominada “cláusula gatillo”, la caída del salario real que había alcanzado un techo de un 10,9% hasta octubre de 2018 se atenuó a un 9,4% en el mes siguiente.

Más atrás se encuentran los trabajadores del transporte, el almacenamiento y las comunicaciones ($ 45.500), la industria manufacturera ($ 40.400) y los servicios sociales y de salud ($ 36.100), en ese orden.

En la base de la pirámide, en tanto, figuran el sistema de enseñanza y los servicios de hotelería y restaurantes, cuyas remuneraciones brutas no superan –en promedio– los $ 20.850 y los $ 19.820, respectivamente.

Según los datos de la Secretaría de Empleo, durante el año pasado la mayor parte de los trabajadores perdieron capacidad de compra, ya que los ajustes nominales obtenidos en paritarias y en acuerdos entre partes fueron inferiores a la inflación. No obstante, gracias a la activación en algunos segmentos productivos de la denominada ‘cláusula gatillo’, la caída del salario real que había alcanzado un techo de un 10,9% hasta octubre se atenuó a un 9,4% en el mes siguiente.

Para esta temporada, por su parte, la cartera que conduce Fernando Premoli anticipa un paulatino repunte de las remuneraciones a partir de la revisión de anteriores acuerdos de ajustes y de una eventual recuperación en la producción de bienes y servicios.

Más aumentos

La mayoría de las empresas prevé elevar un 29% los salarios a su personal fuera de convenio durante 2019. Dicho porcentaje se ubica por encima de las previsiones del Gobierno, que fijó un alza de un 23% en el Presupuesto Nacional, pero tres puntos por debajo de la última estimación del sector privado, que fue de un 32%.

El aumento a los trabajadores que no participan de paritarias sindicales será más fuerte en el segmento petrolero. Mientras que en 2018 esos sueldos crecieron un 36,7%, para este año lo harán un 33,2%, con un 21,1% aplicado específicamente durante el primer semestre.

Así lo proyecta un relevamiento confeccionado por Willis Towers Watson entre 321 compañías de diversos rubros.

El reporte sitúa en segunda instancia a los segmentos de comunicaciones y entretenimientos (con un 31,5%) y de altas tecnologías (29,7%). Las entidades financieras, que habían liderado junto con las petroleras los aumentos al personal sindicalizado, prevén una recomposición salarial de sólo un 26,2% para 2019.

Subas en cuotas

Sobre el presupuesto total para esta temporada, la mayoría de las compañías consultadas por Willis Towers Watson otorgará entre el 60% y 70% en el transcurso del primer semestre. Este ranking también se encuentra encabezado por las empresas petroleras (que hasta junio aplicarán subas por 21,1%), seguidas de cerca por las firmas de los segmentos del retail (18,2%) y las altas tecnologías (18,1%).

En 2018, recordó la consultora, las recomposiciones salariales se distribuyeron en tres o cuatro cuotas a tono con las modificaciones presupuestarias que motivó la creciente inflación. Para este año, en cambio, Willis Towers Watson espera que el reparto se dé en dos o tres cuotas, siempre y cuando el índice inflacionario permanezca dentro de los márgenes estimados.