La Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), formalizó a fines de noviembre sus deseos de recibir un bono de fin de año para los trabajadores del sector. Pidió una gratificación extraordinaria de 60 mil pesos para reforzar los ingresos de los peones rurales de todo el país.

En tal sentido, el secretario general del gremio, José Voytenco expuso: “La actividad fue declarada esencial, por lo que nuestros trabajadores cumplieron tareas a lo largo de la pandemia para que pueda llegar la comida en la mesa de los argentinos”.

“Creemos que el bono de fin de año sería un justo reconocimiento por el esfuerzo que hemos puesto para que a la actividad le vaya muy bien”, indicó el gremialista, quien recordó que “en estos años han habido cosechas récords y una enorme generación de riquezas que posibilitaron los trabajadores”.

Sin embargo las charlas sectoriales con las cámaras del sector, que a esta altura llevan varias semanas, se empantanaron y la Mesa de Enlace, que nuclea a las 4 principales entidades del sector, tensionó al máximo y rechazó de plano el planteo.

Ahora, ya con las fiestas encima, se espera una definición en el ámbito de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA).

Para la resolución serán claves los votos de los ministerios de Agroindustria y de Economía. La definición tendría que darse en cuestión de horas.

El año pasado los peones rurales lograron un bono de 10.000 pesos luego de arduas negociaciones con las patronales.

Cabe destacar que la UATRE representa a alrededor de 560.000 afiliados con presencia en más de 1.000 centros de atención al peón rural distribuidos en todo el país.