Apenas 48 horas después de que lo hiciera Roberto Lavagna, la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) presentó al presidente Alberto Fernández un documento con propuestas para «la recuperación argentina». Entre sus ejes está la reforma laboral. Piden banco de horas y flexibilidad para no pagar horas extras.

Al respecto, pidió al Gobierno «volver a implementar la devolución parcial de IVA por compras con medios electrónicos», que fue eliminada durante la gestión de Mauricio Macri. 

También reclamó «fijar plazos máximos en la acreditación de las ventas con tarjetas de crédito y débito» y por otra parte «eximir de comisiones y gastos administrativos a las operaciones» con débito.

En cuanto a la reforma en cuestiones laborales, pidió establecer una «jornada mensual de 180 horas, en lugar de la ordinaria» de horas semanales.

Explicó que esta medida «permite que la carga horaria semanal sea distinta, adaptándolas a las necesidades de las partes del contrato laboral».

«El establecimiento de jornadas dispares con modulación alternada, rotativa, distribución semanal con cómputos de horas despareja. No menos de 4 días, ni más de 6», indicó la cámara empresarial.

Al respecto, ejemplificó: se podría prestar servicios de lunes a jueves, y descansar viernes, sábado y domingo, o bien pactar jornadas semestrales o anuales.

«Compensación de horas extras con días adicionales de vacaciones: otorgar la posibilidad de que el trabajador opte porque se le compensen algunas horas extraordinarias por más vacaciones», propuso la entidad.

También planteó la posibilidad de «adaptar el trabajo en períodos de vacaciones familiares: siempre que el normal cumplimiento de las tareas lo permita, considerar la posibilidad de teletrabajar».

En otro orden, la CAC dijo que «la Argentina tiene el sistema financiero con menor profundidad en su exposición al sector privado en relación con el PBI en toda la región».

«Un requisito inicial es la recuperación de la armonía entre el sector público y el privado. Para ello, un primer objetivo es obtener equilibrios presupuestarios, y el segundo es reducir el gasto público», sostuvo la cámara empresarial.

Consideró que «la primera condición para que Argentina recupere una tasa de inversión adecuada es la normalización macroeconómica y la vigencia de un sistema institucional vigoroso, estable y previsible».

«La Argentina requiere un doble ajuste en su sistema tributario. Por un lado, debe propender a reducir la denominada presión tributaria porque el costo impositivo actual es un impedimento (no es el único) para la competitividad. Por el otro, debe tender a una simplificación en el sistema, dado que los costos de cumplimiento afectan la capacidad de acción de personas, prestadores, empresas y organizaciones», sostuvo.

Fuente: Línea Sindical