Uno de los vicepresidentes de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, consideró hoy que los aumentos salariales a cerrarse en paritarias deberían ubicarse entre el 20 y el 25%, a pagarse «por etapas».

«Nosotros pensamos en un rango salarial que va de 20 al 25% y por etapas, no todo junto. Las economías regionales están lejos de llegar a porcentajes superiores», enfatizó el dirigente.

En declaraciones publicadas este lunes por un matutino porteño, Funes de Rioja destacó que los gremios industriales «son pragmáticos. A veces han tirado más de la cuerda porque desde el Gobierno los alentaron señalando que había sectores con fuertes ganancias acumuladas».

«Pero esta vez no habrá batalla campal. Tal vez, salidas precarias, algún conflicto, pero no veo un aumento de la conflictividad. Estas paritarias van a tener un cauce», vaticinó.

A su criterio, la actividad productiva «no está en condiciones de otorgar incrementos» superiores al 30%.

«En el sector industrial la posición de los salarios está claramente por encima de la inflación, cualquier sea el índice que se tome y también son salarios altos en términos de dólar.

Hace tres años, además, hay pérdida de productividad por un ausentismo desmadrado», puntualizó.

Además, el empresario aseguró que «muchas empresas han levantado líneas de producción. En 2014 la negociación salarial empezó en enero y terminó por encima del 30%  y en el caso de alimentación, en  36,5%. Este año hay una clara  tendencia a que la inflación es más baja. En qué grado es otro tema».

Funes de Rioja reconoció que «hay sindicatos que hacen planteos por arriba del 30%, que es el caso de los metalúrgicos (32%) alimentos (43%) o aceiteros (42%)».

El dirigente aclaró que esos reclamos «no tienen nada que ver con la realidad, sobre todo en sectores de precios controlados por el Gobierno que admite un incremento trimestral de 2,8%, es decir del 0,9% mensual. Es un pedido salarial que no tiene cabida en ese marco».

Asimismo, advirtió que «desde el último trimestre de 2011 no crece el empleo industrial. Hay rotación, no crecimiento, con vacantes congeladas y además una caída del 2 al 4% en la cantidad de horas trabajadas».