El secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, reconoció que junto a la corriente de la CTA que lidera Pablo Micheli están discutiendo la reunificación de esa central obrera con un formato de «conducción bipartita».

«Estamos pensando en la posibilidad de una instancia intermedia que nos permita constituir durante un período una especie de conducción bipartita, algo parecido a lo de la CGT pero entre las dos CTA», admitió Yasky en una entrevista que concedió a Política Argentina.

El líder docente precisó que aún no hay una fecha estimada para que se concrete la reunificación pero expresó que su deseo es que pueda tratarse «antes de fin de año».

«Pienso que antes de fin de año tendríamos que estar en condiciones de definir», indicó Yasky, que dijo que las diferencias entre los dos sectores de la CTA que durante el kirchnerismo se disputaron la conducción de la central (al punto çde escindirse fomalmente en dos espacios) «son muy pocas».»Hoy las dos CTA comparten la necesidad de fortalecer una construcción social que posibilite confrontar las políticas de ajuste del macrismo. Tenemos la misma visión respecto de la necesidad de constituir un frente social que sea capaz de movilizar y de levantar las banderas de la reactivación económica, la recuperación del poder adquisitivo del salario, la defensa del empleo. Lo que hay hoy son más coincidencias que diferencias», planteó.

En ese sentido remarcó que las visiones diferentes sobre el ciclo político kirchnerista ya no serán un tema de discusión, a fin de no interponer el proceso de unidad que requiere la CTA.»Es un tema que no entra en la agenda hoy. Discutir para atrás creo que no le sirve a ninguna de las dos CTA. Hoy tenemos un desolador panorama social y un peor futuro», dijo Yasky.»De manera que ante ese panorama discutir el pasado sería una forma de esquivarle el cuerpo a lo que está pasando y a lo que va a pasar, que todavía es peor. Hay una inteligencia común respecto de que tenemos que dar respuesta a lo que está pasando ahora», insistió.

Por otra parte, criticó la parsimonia con que la CGT está analizando la propuesta de ir o no a un paro general junto a las dos CTA y las organizaciones sociales, y lo atribuyó a las disputas no resueltas al interior de esa central «entre los sectores que siguen postulando la necesidad de acompañar las políticas del macrismo y los que no». Puntualizó que los sectores más reticentes a la confrontación al Gobierno son los alineados al «barrionuevismo», los que según dijo, «adoptan los tiempos políticos» del massismo.»(Son) sectores que responden al massismo, que también adoptan los tiempos políticos de ese sector, que pretende ser una suerte de versión descafeinada del macrismo. Creo que esos sectores son los que en este momento están tratando de resistir el empuje de un sector mayoritario de la CGT. Porque más allá de lo que sucede en las cúpulas, en la base de la CGT la necesidad de confrontar con las políticas de ajuste de Macri ya no se discute», analizó.

Al respecto, aseguró que «la cúpula de la CGT que postula la luna de miel con Macri está a contramano de lo que piensa la inmensa mayoría» y se encuentra «aislada a tal punto que hoy no pueden salir a explicar en una asamblea por qué hay que concederle tiempo a Macri».

En este marco, Yasky resaltó que está pendiente de que el 23 de septiembre, día de la reunión del Comité Central de la CGT, la dirigencia de esa central obrera pueda definir la convocatoria un paro nacional.  «Un paro nacional convocado solamente por las CTA podría darle a Macri la oportunidad de mostrar que un 40 por ciento de los trabajadores no adhiere y él podría decir ‘me apoya todo el empresariado del país y casi la mitad de los trabajadores, con lo cual está claro que somos mayoría’. Creo que hoy el paro nacional tiene que ser de todas las centrales, como fue el acto del 29 de abril y el planteo de pedido de la Ley Antidespidos», enfatizó el docente.

Y concluyó que si la CGT deciden no sumarse a las medidas de fuerza para «confrontar con Macri», «las CTA y los movimientos sociales buscaremos expresar esa conflictividad como lo hemos hecho en la Marcha Federal».