La Asociación Gremial de Docentes e Investigadores (COAD) participó de la reunión paritaria con las autoridades de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y concluyó en que «por el momento» no existen normativas que habiliten las mesas de exámenes presenciales, al tiempo que «logramos incorporar la participación gremial en las comisiones».

«Para la realización de este tipo de actividades es necesaria la habilitación de autoridades competentes, algo que no ha sucedido hasta el momento. Frente a esta situación, sostenemos nuestra postura de que ningun docente de la UNR puede ser requerido por ninguna autoridad para la realización de exámenes presenciales”, señaló el comunicado.

Y el secretario general de COAD, Federico Gayoso, añadió en diálogo con Conclusión: «Hubo algunas desinteligencias y faltas de coordinación, porque Jefatura de Gabinete lo aprobó pero al mismo tiempo el Ministerio de Educación creó un comité de un consejo asesor que dice que hasta tanto no saquen el protocolo único a nivel nacional no se autorizará a ninguna universidad a realizar actividades académicas presenciales, entonces quedó trabado».

«La provincia lo frenó y quedó en veremos. Acá el Rectorado había armado un protocolo del cual no tuvimos participación, por eso en las paritarias de ahora acordamos que se incorpore la representación gremial en todos los comités para elaborarlos. Podemos hacer algo más consensuado y amplio», continuó el representante de los docentes universitarios.

En este aspecto, dijo que «contratamos un equipo de asesores específicos en cuestiones sanitarias y salud laboral, tenemos un montón de sugerencias para hacer sobre el protocolo del Rectorado y pediremos que nos convoquen para discutirlo. Igual estamos a la espera de un protocolo nacional y que lo apruebe la provincia, así que de momento no hay nada».

Sobre la vuelta a las clases, Gayoso analizó: «Nadie puede programar nada a largo plazo porque cambian las condiciones todo el tiempo, yo creo que clases como las conocíamos no habrán este año. Sí exámenes, pero también es difícil porque tiene que haber poca gente dentro del aula. Tenemos que pensar, aparte de lo sanitario, cómo impacta en nuestra jornada laboral».

Y argumentó: «Por ejemplo en la Facultad de Medicina hay cátedras de 1.800 estudiantes y los podés tomar de a tandas de cuatro o cinco. Y al mismo tiempo tenés que sostener el trabajo virtual. Ya están apareciendo un montón de patalogías relacionadas no solo a lo físico como puede ser la vista y la postura sino también a lo mental como el estrés y dificultades para dormir. Los profesores están sobrepasados».

«La idea es no sobrecargar aún más con esto de los exámenes presenciales, porque entendemos la excepcionalidad, pero somos trabajadores como otros y tenemos derechos que nos asisten», concluyó el gremialista.