En la apertura de la reunión del Consejo de Administración de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) que se desarrolla en Ginebra hasta el 23 de marzo, su director, Gilbert F. Houngbo, advirtió sobre un preocupante aumento de las desigualdades en el mundo.

Esta situación se encuentra asociada, según el directivo, a un “incremento de la inflación, el aumento del costo de vida, un aumento de la pobreza y una crisis de la deuda en los países de bajos y medianos ingresos”. En su intervención, Houngbo dijo que esto confirma la urgente necesidad de lanzar la Coalición Mundial por la Justicia Social.

Gilbert F. Houngbo, director de la OIT

La Coalición Mundial es una de las diversas cuestiones urgentes relacionadas con el mundo del trabajo que figuran en el orden del día de la 347ª reunión del Consejo de Administración de la OIT , a la que asisten representantes de gobiernos, trabajadores y empleadores.

Además de las propuestas para el lanzamiento de la Coalición en junio, el Consejo de Administración estudiará la situación en Ucrania como consecuencia de la invasión rusa.

Durante su reunión, el Consejo de Administración también recibirá el informe del Director General, revisará varios casos individuales de países que entran dentro de los mecanismos de reclamación de la OIT, mantendrá discusiones sobre las cadenas de suministro y la economía de plataformas digitales, y examinará las propuestas de Programa y Presupuesto para 2024-25.

Más trabajo formal

La Oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para Argentina lanzó “#Formalicemos”, una campaña de sensibilización pública para concientizar sobre la necesidad de promover el empleo registrado como condición fundamental para el trabajo decente.

El 45% de los trabajadores de Argentina son informales, lo que significa que más de 8 millones de personas están ocupadas, pero en condiciones de vulnerabilidad.

La iniciativa fue elaborada sobre la base de testimonios reales que dan cuenta del impacto positivo de las oportunidades laborales formales, tanto en la vida cotidiana como en el crecimiento de los negocios.

La economía informal tiene peso fundamentalmente en el servicio doméstico, la construcción, la agricultura y ganadería, la industria textil, el turismo y la gastronomía.

“Las historias de quienes accedieron a empleos registrados o las personas que promovieron esos puestos demuestran que las ventajas son colectivas. El trabajo formal beneficia tanto a quien se emplea como a quien contrata”, explicó Bárbara Perrot, especialista en empleo y desarrollo productivo de la OIT Argentina.

De acuerdo con Perrot, los esfuerzos articulados del gobierno, el sector empleador y los sindicatos ponen de manifiesto que “existe un compromiso claro para prevenir y reducir la informalidad mediante políticas públicas”.