La extensión de la cuarentena complica de lleno al sector de los gastronómicos y empieza a crecer el reclamo por la apertura de locales. Pero la crisis golpea incluso al mismo sindicato que vio caer sus ingresos de manera estrepitosa.

El aislamiento obligatorio afectó las finanzas del gremio y la obra social están en estado crítico, ya que los gremios cuentan con el aporte que las empresas realizan por la cantidad de empleados. Con este escenario, trascendió que hay un recorte salarial del 25% en el gremio y que podrían llegar a despedir personal.

La recaudación de abril cayó un 36% respecto de la marzo. Y que la cuota sindical tuvo una cobrabilidad de entre 8% y 10%.

Desde el gremio trabajan junto con empresarios en protocolos alternativos para poder abrir las puertas, pero los costos no convencen. Reabrir las puertas de bares y restaurantes será difícil tras la cuarentena.

Los protocolos necesarios para la apertura implican grandes inversiones que se sumarán a la deuda que se acumuló durante estos meses. La actividad como está planteada para la apertura implica un 30 o 40% de la capacidad de los salones.

Otra opción que se analiza es la posibilidad de habilitar mesas al aire libre, pero la época del año no resulta favorable. De acuerdo a la forma en que transcurre la cuarentena, la posibilidad de apertura para los locales gastronómicos podría estirarse hasta septiembre.

Este viernes, empresarios y trabajadores de la gastronomía realizaron una protesta en Mar del Plata, un polo gastronómico de la provincia de Buenos Aires. Cerca de 300 personas cortaron las calles Luro e Yrigoyen para reclamar por la reapertura de los locales.

Los empresarios aseguran que acumulan deuda con alquileres, servicios y fundamentalmente con los trabajadores. Y afirman que la venta mediante delivery sirvió durante las primeras semanas, pero que ahora los clientes empezaron a cuidar su dinero.

En cuanto a la modalidad take away sostienen que la gente se muestra reticente a salir de su domicilio y remarcan que el salón es la principal fuente de ingresos. La propuesta de los gastronómicos es abrir al 30 o 50% de lo que trabajaban antes de la cuarentena.

La apremiante situación de los empresarios del rubro generó el cierre de bares y restaurantes en todo el país.

A modo de ejemplo, la ciudad de La Plata es uno de los aglomerados con más cierres de negocios de este tipo en lo que va de la cuarentena. El primero fue la histórica confitería Paris, cuyos dueños mantuvieron un encuentro con Axel Kicillof en el que se analizó las herramientas de crédito que dispone la provincia.

Pero la lista de locales gastronómicos creció en las últimas semanas. Almendra (otro histórico de la zona de los tribunales de la capital provincial), Café Market, Pipistrello, Mira Pampa y Volga, fueron otros que bajaron sus persianas.

Desde la Cámara de Gastronómicos de La Plata sostienen que el 60% de los boliches y restaurantes tienen serios problemas.

En los últimos días, empresarios del sector armaron un petitorio que fue entregado al Gobernador y al intendente Julio Garro (Cambiemos) en el que presentaron diversas medidas para paliar la crisis. Entre ellas pidieron el no cobro de tasas por un año y una reducción en lo que se abona en concepto de recolección algo que lo que se había avanzado con el municipio.