«Las paritarias deben ser libres y sin techo, porque no es posible anclar otra vez el salario. La CGT coincide con los funcionarios del Gobierno en que este año los ingresos deben superar el proceso inflacionario entre 2 y 4 puntos», se encargó de aclarar Héctor Daer (ATSA, Sanidad), quien encabeza la central madre de los trabajadores junto a Carlos Acuña (estaciones de servicio).

Para Daer, esa discusión y el posible acuerdo final deben contemplar el proceso inflacionario y un sano equilibrio entre precios y salarios y revisar «las ganancias empresarias para evitar esa peligrosa escalada inflacionaria».

«Los salarios deben ganarle este año a la inflación porque el poder adquisitivo ya sufrió demasiado», aseguró hace algunos días Daer tras la reunión de la mesa chica de CGT.

La central, que deberá renovar autoridades este año, ya adelantó que «el sindicalismo no discutirá ninguna política económica que procure anclar el salario» y, al igual que otros dirigentes gremiales, sostuvo la necesidad de controlar «la formación de precios».

En tanto, el presidente Alberto Fernández aseguró en el marco de una entrevista que publica hoy Página 12 que necesita que «el salario mejore en términos reales».

Además, cuando le preguntaron si el Gobierno tenía un porcentaje promedio de incremento salarial para el 2021, el Presidente respondió: «No, porque yo digo las paritarias son libres y es una discusión de cada sindicato».

El acuerdo de precios y salarios es motorizado por el Gobierno, que aspira a cumplimentar la meta anual del 29 por ciento de inflación, según el proyecto de presupuesto 2021 enviado al Congreso, al tiempo que el titular de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) y adjunto de la CGT, Andrés Rodríguez, ya adelantó que «será un gran paso si las paritarias superan en 2 o 3 puntos a la inflación».

Para iniciar la ronda de negociaciones, el Gobierno convocó en esta primera instancia a la CGT y a otros espacios gremiales para el próximo miércoles 10 de febrero, mientras que el sector empresario será citado para un día después -el jueves 11- o una semana más tarde, el miércoles 17, para luego converger ambos sectores en una amplia mesa de encuentro con el gabinete económico el miércoles 24 de febrero.

Los detalles del cronograma, al igual que la definición de qué sectores sindicales participarán de la actividad del miércoles, se terminarán de resolver mañana en comunicaciones entre la Casa Rosada y los actores involucrados.

Algunos sectores gremiales, como la CTA de los Trabajadores, consideran que la ronda de diálogo por precios y salarios debe incluir no sólo a los dirigentes sindicales y a las principales cámaras empresarias sino también al sector de las PYMES.

En esa línea, el titular de la CTA, el docente Hugo Yasky, sostuvo que el Ejecutivo debe ampliar la convocatoria a las pequeñas y medianas empresas, respaldó la iniciativa oficial y aseguró que los contactos que comenzarán el miércoles deben contribuir a «la valorización de los salarios, que perdieron 20 puntos con el macrismo».

«Se trata de acordar una política integral frente a los abusivos aumentos de precios por parte de los grupos concentrados de la economía, que esmerilan a diario el poder adquisitivo de los trabajadores y de los sectores populares», remarcó Yasky.

Por su parte, sus pares de la CTA Autónoma Ricardo Peidro (visitadores médicos), Hugo Godoy (ATE Nacional) y Claudia Baigorria (universitarios) aguardan que esa central obrera sea convocada por el Gobierno -se definirá mañana-, con la intención de participar en el debate.

Según confirmó Peidro a Télam, la CTA Autónoma aguarda para el lunes o martes que el Gobierno la convoque para discutir «la inflación y también la especulación financiera».

A su vez, la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), que forma parte de la CGT aunque no tenga cargos en el consejo directivo, consideró «positiva» la iniciativa de abrir un diálogo y reafirmó la necesidad de ratificar el «respeto a las paritarias libres y sin techo y que los incrementos salariales superen por varios puntos este año a la inflación».

La CFT, encabezada por Héctor Amichetti (gráficos), Sergio Palazzo (bancarios) y Pablo Biro (APLA, pilotos aéreos), remarcó que los incrementos salariales por sobre la inflación constituyen la única vía para la recuperación económica en este contexto del país.

Amichetti, en diálogo con Télam, afirmó que ese es «el único camino para recuperar el poder adquisitivo y reactivar la economía nacional», y enfatizó que para evitar que un posible acuerdo se frustre en el corto plazo «es esencial relacionar el tema precios y salarios con necesarias reformas estructurales, para convertir el sistema financiero en un servicio público».

«Esas reformas estructurales fueron anunciadas por la CFT en su programa de 27 puntos. Hay que producir una reforma tributaria progresiva: el Estado debe controlar el comercio exterior, desarmar los monopolios que forman los precios y activar el Consejo Económico y Social, cuyos protagonistas principales deben ser el movimiento obrero, las PYMES de la industria, el comercio, los pequeños y medianos productores agropecuarios, el cooperativismo y los movimientos sociales», apuntó Amichetti.

Para Palazzo, quien acaba de coronar con éxito la paritaria bancaria anual, hasta que no haya una CGT unificada la totalidad de los actores del sindicalismo «deben estar sentados en esa mesa de discusión, que es un puntapié inicial importante», afirmó.

«Es el principio de un posible decreto para constituir el Consejo Económico y Social, que sería un buen ámbito de diálogo para procurar la reconstrucción del país», puntualizó Palazzo, quien sin embargo reconoció que «se requiere de mucho diálogo y consenso para emerger de la profunda crisis de la Covid-19 y de las políticas neoliberales macristas».

«Los trabajadores deben ocupar un lugar esencial en esa reconstrucción y a la hora de sostener al Gobierno popular», añadió Palazzo.

Por otro lado, tanto la CGT como los otros espacios del sindicalismo argentino -CTA de los Trabajadores, CTA Autónoma- valoran la convocatoria oficial y la enmarcan en el llamado al diálogo social tripartito que, desde siempre, impulsa la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En suma, para la CGT y para los otros actores del gremialismo, las paritarias libres forman parte de «ese diálogo social».

En los últimos días, y en paralelo a las declaraciones del Presidente que se conocieron hoy, el Gobierno ratificó que no se propone condicionar las negociaciones paritarias y avaló que los ingresos de los trabajadores este año deben superar la inflación promedio anual.

Así lo manifestaron el ministro de Economía, Martín Guzmán -en declaraciones al canal C5N-, la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, y el ministro de Trabajo, Claudio Moroni.

Los dirigentes sindicales, sin embargo, mantienen algunas reservas respecto de la buena fe negociadora del sector empresario: apuestan a que la intervención del Gobierno contribuya a equilibrar la balanza en un contexto muy complejo, en el que la mayoría de los trabajadores, como señaló el Presidente a Página12, vienen de una pérdida del 20% del poder adquisitivo del salario heredada de los cuatro años del gobierno de Macri.

«Necesito que el salario mejore en términos reales. Ahora, si alguien pretende recomponer los 20 puntos en un año, estamos en un problema. Hay que ir paulatinamente mejorando el ingreso», dijo Fernández en esa entrevista.

Las patronales, por su parte, prefieren referirse a la reactivación de la producción y a la totalidad de los factores que la posibilitan en vez de hacer hincapié en los aumentos salariales.