La planta de producción alimenticia Alijor, ubicada en Garín (provincia de Buenos Aires) amaneció este martes cerrada y con el ingreso bloqueado por parte de los directivos de la empresa, a instanciasde sus automóviles, colocados frente al acceso por indicación del dueño de la fábrica.

Desde el Sindicato de Trabajadores de la Alimentación (Stia), afirmaron que lo que se está perpetrando es un lockout patronal, hecho por el cual se hicieron las consecuentes presentaciones judiciales ante la Secretaría de Trabajo y la Justicia.

Los miembros del Consejo Directivo del gremio alimenticio asistieron a la planta para brindar su apoyo a la Comisión Interna y coordinar las medidas de lucha con las que buscarán conseguir la reapertura de la fábrica y mantener los puestos de trabajo.

El cierre, según trascendió, se debe a que el dueño de la firma, Benjamín Biderman, no quedó satisfecho por la audiencia la que debieron presentarse los titulares de Alijor SA como consecuencia de despidos mal ejecutados.

En teoría, según el planteo que se hizo en la reunión pautada por la Secretaria de Trabajo, el dueño de la fábrica decidió, sin más, cerrar la fábrica, sin reconocer derechos ni cumplir con las normativas laborales vigentes para el caso.