La Asociación Argentina de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca (Aacpypp) rechazó las afirmaciones del subsecretario de Pesca, Juan Bosch, quien afirmó que «no puede ser que los capitanes se hagan los distraídos» en relación con el tema del «Descarte Cero» de peces, y aseguró que hay «una incomprensible depredación en el mar argentino«.

Un comunicado gremial firmado por el titular de la organización, Jorge Frías, señaló que las afirmaciones de Bosch «son falsas»; indicó que «ningún capitán se hace el distraído frente a esa grave problemática» y explicó que desde hace una década el sindicato procura que «la corrupción y las mafias que controlan la pesca reflexionen y dejen de ordenar que se tire la totalidad del pescado que es especie acompañante», puntualizó.

Frías, también integrante de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) de Juan Carlos Schmid, expresó que el gremio envió cartas documento al presidente Mauricio Macri -al igual que lo hizo con funcionarios del gobierno anterior-, realizó simposios locales y mundiales y denuncias en reclamo del “Descarte Cero”, una película, publicaciones y hasta un libro, por lo que el personal «nunca estuvo distraído».

«Todos los subsecretarios de Pesca se rieron y ríen. En San Antonio Oeste, en noviembre de 2016, un capitán fue despedido por no descartar y llevar a puerto más de 100 cajones de pez gallo, acompañante del langostino, por lo que hubo un paro de 15 días. Pero el trabajador nunca fue reincorporado. El fraude y delito comienza con el otorgamiento de falsos permisos de pesca exclusiva, que obligan a descartar», puntualizó el dirigente.

También sostuvo que no denuncian la situación «los inspectores de a bordo y de descarga«, por lo que los trabajadores «están atados de pies y manos por el gobierno y los empresarios, ya que si traen a puerto todo lo capturado en zonas habilitadas son sancionados con despidos y multas y, el pescado, se pudre en los muelles sin procesar».

«Lo primero que aprende un marinero pescador a los 16 o 18 años es a patear al mar el pez muerto. Miles de toneladas de merluza y otras especies se arrojan, porque solo se busca el litio rojo que es el langostino. El descarte es un delito de lesa humanidad, en especial cuando hay hambre. El personal de tierra tendría más trabajo», concluyó.

Bosch había reclamado a los capitanes que ejerzan su profesión «con dignidad y dejen de mirar hacia otro lado”, ante la gran cantidad de descarte de merluza y langostino de menor talla que realizan los buques de la flota tangonera en temporada del crustáceo.