Petroleros, empresarios y funcionarios del gobierno se reunieron este miércoles en el Ministerio de Trabajo y llegaron a un acuerdo para dar marcha atrás con los despidos y suspensiones en Vaca Muerta.

El conflicto comenzó cuando el entonces presidente, Mauricio Macri, congeló el precio de los combustibles después de la disparada del dólar, buscando de esta manera un alivio en el bolsillo de los argentinos.

Ante esta situación, las petroleras despidieron a, por lo menos, 652 trabajadores y suspendieron a otros 1.847. A pesar de que el Ministerio de Trabajo dictó sucesivas conciliaciones obligatorias, el conflicto continuó sin resolverse hasta este miércoles, cuando las partes llegaron a un acuerdo.

Ante el incierto panorama para los trabajadores despedidos, el titular del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa, Guillermo Pereyra, había convocado al cese de actividades y a una marcha para este jueves, en la que se iban a movilizar unos 20 mil empleados.

Sin embargo, el conflicto se alivió cuando el presidente Alberto Fernández recibió a las empresas petroleras y les prometió trabajar en una ley que fomente las inversiones en el sector, haciendo más viable la suspensión de los despidos.

Ante la propuesta que fomentaría a la reactivación de la actividad, las petroleras aceptaron dar marcha atrás con la suspensión del personal. No obstante, exigieron que hasta que se apruebe la ley, el gobierno las exima del pago de cargas sociales «como un gesto ante este período de crisis».